Medio: El País
Fecha de la publicación: martes 23 de enero de 2018
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Revocatoria de mandato
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La Constitución Política del Estado contiene un poderoso mecanismo para evaluar y censurar la gestión de las autoridades electas. Un paso intermedio entre el ejercicio de un control social más efectivo y la frivolidad de ejercer la democracia cada cinco años eligiendo a un alcalde, gobernador o presidente que finalmente no responde a las expectativas, sin embargo el procedimiento de solicitud y gestión ante el Tribunal Electoral es algo complicado.
El pasado viernes estuvo en el Chaco el presidente del Tribunal Electoral Departamental, Gustavo Ávila, quien despejó algunas dudas al respecto del procedimiento que se debe seguir para llenar los libros sobre determinada autoridad y lograr así que se convoque el referéndum. Por ejemplo explicó que sí bien hay varias solicitudes para revocar al alcalde de Yacuiba, Ramiro Vallejos, todas las firmas se sumarán en los mismos libros.
“No se concretará por el tiempo y el presupuesto, pero este procedimiento debería ser más simple, más sencillo – señala otro comunicador que también observa la forma en la que se elegiría al sustituto – hasta donde se sabe, se elegiría en la Asamblea o el Concejo de acuerdo a las bancadas más votadas, y eso no está bien, debería ser cualquiera de los concejales”.
Los “cuatro grandes”
Por aquello de que los subgobernadores electos han pasado a ser ejecutivos designados dentro de la Autonomía Regional, ni José Quecaña, ni Lorgio Torres, ni Robert Ruíz han podido ser convocados a jugarse su puesto ante las urnas. La incertidumbre ahora se cierne sobre cuatro electos con sobrado recorrido y mucho que cuidar. Es el caso del alcalde de Yacuiba, Ramiro Vallejos, el de Villa Montes, Omar Peñaranda y los asambleístas por Yacuiba Wilman Cardozo y Jorge Arias Soto.
Arias Soto es un político de largo recorrido, asentado en el Chaco desde hace varios años y que sin ser nativo abrazó las banderas de la autonomía en dupla con el entonces alcalde de Yacuiba Carlos Bru. Durante años ejerció como presidente del Concejo Municipal hasta que en 2014 decidió renunciar para probar suerte en Tarija como asambleísta departamental. La definición política de Arias Soto es una incógnita, pero con la misma facilidad que defendió los principios de Poder Autonómico Nacional (PAN) se subió al carro del Movimiento Al Socialismo cuando así lo exigió la plana mayor.
Soto no ha tenido suerte en Tarija donde se ha enfrentado a su bancada en diferentes ocasiones, ha tenido problemas personales de orden público, pues ha estado en prisión preventiva por agredir a su mujer e incluso se ha dado más de un tour de medios criticando al propio Evo Morales, a quien asegura no le debe nada. También llegó a comparar la corrupción actual con la de su mentor Carlos Bru. Arias Soto no es un tránsfuga en sentido estricto, pues no se le conocen principios políticos, sino que más bien es definido como un outsider.
Quien también tiene libros abiertos es Wilman Cardozo, cuyo potencial para ganar elecciones ha ido a menos en los últimos meses fruto de la alianza con la Gobernación de Tarija, con quien ha arreglado una suerte de autonomía confederal que tendrá que promover en los próximos días para no pasar apuros. Cardozo lleva desde 2002 ganando elecciones en las circunstancias más complicadas; incluso cuando la plana capitalina de Mario Cossío lo vetó en 2009 para sumarse a la plancha de Convergencia Nacional. Cardozo ganó entonces el curul uninominal con Alianza Social y cobró venganza sumando votos en la Asamblea Departamental para suspender a Mario Cossío en 2010.
Los otros dos son los alcaldes de Villa Montes y de Yacuiba. Omar Peñaranda ganó la elección gracias entre otras cosas a la gran fragmentación de fuerzas políticas en Villa Montes, pues hasta diez concurrieron en los diferentes escalones. La fuerza del MAS hizo el resto. Su gestión ha venido marcada por una racionalización que ha costado muchos puestos de trabajo.
Por su parte, Ramiro Vallejos es el tránsfuga con mayúsculas, pues acabó liderando la alianza opositora de Unidad Departamental Autonomista luego de que el Tribunal Electoral vetara precisamente a Wilman Cardozo. Cardozo, en su lucha contra Bru y contra el MAS, llevó al hombro a Vallejos a la victoria en marzo. Vallejos en agosto ya declaró su amor por el presidente y en febrero de 2016 hizo campaña por la reelección de Morales en 2019.
el
apunte
Plazos y mecanismos antiguos
El plazo otorgado por el Tribunal Electoral Departamental para que se habilite el revocatorio es de 90 días a partir de la entrega de libros. En ese tiempo hay que reunir el 20 por ciento del padrón. Después se toman otros 60 días para verificar que los datos consignados de cédula, nombre, etc, coinciden con la realidad.
El sistema ha sido criticado por la población y por los propios involucrados, puesto que supone un mecanismo obsoleto el tener que desplegar numerosos equipos de personas en diferentes puntos de la ciudad para lograr la firma. Varios expertos recordaron que en otros países y teniendo todos los datos sistematizados como en Bolivia, la firma se podría recoger por internet, ampliando la participación.