Si nos topamos con este tipo de eventualidades, también se puede sumar otra que es el hecho de que en momentos en los que su partido no se encuentra liderando en el Gobierno, la gente tiende a guardarse su opinión al respecto, para esto una estrategia interesante que se comete es que primero se pregunte a los encuestados por lo que se conoce como “el recuerdo del voto” es decir, preguntar antes que nada  a quién votaron en similar elección pasada, y luego corroborar eso con la preferencia política del encuestado en el presente.

Tampoco se debe desechar el carácter sociodemográfico de las personas, porque si la muestra de encuestados es conseguida en hogares de bajos ingresos o de altos ingresos es posible que los resultados sean sesgados hacia posiciones ideológicas determinadas; por lo que no mezclar áreas sociodemográficas distintas es importante para tener resultados más precisos.

Retomando la idea de la diferenciación de personas con experiencia de voto y sin ésta, en el momento en que las encuestas son llevadas a cabo, es importante hacer notar que se deben diferenciar dos segmentos poblacionales: el primero consistente en aquellas personas que ya votaron antes en la elección similar, a estas personas se les pregunta primero sobre el recuerdo de su voto y sobre cuál sería en ese momento su inclinación a favorecer; el segundo segmento, consiste en aquellas personas que votarán por primera vez, sin duda personas jóvenes y a quienes les aqueja otro tipo de patrones que al primer segmento poblacional.

A continuación, dado que vivimos tiempos en los que las personas manifiestan cada vez menos de manera abierta ser militantes de partidos y prefieren identificarse por causas o simpatías que no necesariamente son constantes, otra estrategia que se puede aplicar es la de preguntar respecto a la simpatía de las personas por alguna organización política, y luego de esto recién  intentar indagar respecto a la intención de su voto.

Como parte de unos apuntes técnicos hasta aquí, es importante considerar que en este tipo de encuestas que buscan indagar sobre la intención de voto el llamado margen de error juega un papel importante porque por muy pequeño que sea éste siempre estará presente. Luego, cuando se tiene la sensación de que la elección que se viene es una que puede significar un cambio de ciclo político, entonces la importancia de preguntar sobre el recuerdo del voto es clave, también que poder explicar la intención hacia la que se inclinan los indecisos es mucho más difícil que en un contexto de continuidad. 

Sin embargo, a pesar de las precisiones técnicas que se hagan hasta ahora con las encuestas, es crucial entender que existe en lo social hoy día una multicausalidad que tiene un cauce infinito de interpretaciones, aquí suscribimos lo que D. Inneratity hace poco tiempo nos dejó comentado respecto a que “la sociedad es más difícil de conocer debido a su inestabilidad y aceleración. Cuando hablamos de volatilidad o imprevisibilidad estamos aludiendo al hecho de que la sociedad encaja cada vez menos en las categorías a través de las que se la mide y se actúa sobre ella. La individualización de los modos de vida ha contribuido a aumentar la volatilidad de las opiniones, la pluralización de los intereses y la diversificación del consumo”.

A propósito de la volatilidad, este tipo de conducta de los votantes se explica por la probabilidad que existe de que una persona haya votado a un partido en una elección anterior y la siguiente vote por otro; también que quienes forman parte del grupo de gente indecisa de su voto cada vez están más inclinados a decidir por quién votar el minuto antes de marcar su papeleta, esto claramente es un fenómeno que se explica por razones emotivas antes que criterios racionales.

Por último, está claro también que una encuesta simplemente refleja el estado de ánimo de un momento específico, que con la dinámica tan volátil que vivimos es difícil de establecer sus resultados como algo constante en el tiempo, en esta realidad no estaría por demás preguntar a las personas si consideran que uno de los principales factores de discriminación es la preferencia política.

 Esto podría darnos luces sobre aquellos que ocultan su voto, y quizá con los elementos dichos hasta aquí tener mejores puntos para debatir cuando sale una encuesta de intención de voto más que el titular de quién está por encima de quién.