Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: sábado 05 de enero de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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La oposición ya anunció que no realizará campaña con recursos estatales, rechazando el financiamiento previsto en la norma, en nombre de una supuesta austeridad. Eso sí, el candidato a vicepresidente del frente Bolivia Dice No y actual senador de Unidad Demócrata, Edwin Rodríguez, se apresuró en declarar que para la campaña utilizarán recursos privados y del partido.
Parece necesario recordar a la oposición que precisamente se aprobó una ley para transparentar los recursos que gastan las organizaciones políticas, y que es más legítimo que sea el Estado el que aporte esos recursos, y la ciudadanía conozca de dónde vienen, a que no esté claro el origen de los mismos. Ya no estamos en tiempos en que unas élites políticas y económicas financiaban a un partido para que éste sirviera a sus intereses.
Asimismo, esa misma oposición política, con el apoyo de la oposición mediática, llama a boicotear las primarias y no votar. En realidad, llaman a una votación mínima para asegurar cumplir las reglas electorales que marca la ley, al mismo tiempo que boicotean las primarias.
Esto parece indicar dos cosas. Por un lado, el temor que tienen los partidos políticos tradicionales de enfrentar al MAS en las urnas, pues recordemos que éste tiene 10 veces más militancia que cualquiera de las otras fuerzas partidarias. Una votación masiva del MAS en los comicios del 27 de enero sería un primer gol simbólico a todos los partidos y frentes tradicionales de oposición.
Asimismo, el intento de boicot desnuda el poco apego a la democracia que tiene la oposición. Cabe recordar que la Ley de Organizaciones Políticas fue trabajada a partir de talleres en los nueve departamentos del país con la participación de actores políticos plurales y diversos (no sólo partidos, sino instituciones, académicos, etc.); además, en cada departamento se realizaron de forma complementaria desayunos-trabajo con periodistas y líderes de opinión. Asimismo, se efectuaron cuatro talleres con autoridades de los pueblos y naciones indígena originario campesinos, uno en tierras altas, otro en tierras bajas, uno específico de mujeres, y otro nacional. También se recogieron los aportes de las organizaciones nacionales de mujeres, y se dialogó con representantes de la juventud.
Es pues, una norma construida de manera democrática y participativa. Lo que no era democrático es que, por ejemplo, algunos políticos del pasado no quisiesen aparecer como candidatos para seguir haciendo oposición desde la figura ciudadana. En esa partida de ajedrez que se juega entre oficialismo y oposición de cara a 2019, el MAS utilizó de forma inteligente su mayoría, obtenida de forma democrática en las urnas, para reconfigurar el tablero político y que la población pueda conocer quiénes son los candidatos presidenciales. Ahora hablan como postulantes y no como ciudadanos, lo cual no sólo es más democrático, sino sobre todo es más honesto.
El 27 de enero se librará la primera de las escaramuzas de la batalla electoral. Será un año largo. Exijamos a los aspirantes y a la oposición mediática que sea una contienda democrática.