Durante una conferencia de prensa, las dirigentes campesinas Mayda Peña y Mogenes Flores denunciaron la intención de matar la zona núcleo de Rositas, para dar lugar a grandes represas que afectarán varias comunidades y obligarán a los pobladores a trasladarse a otros lugares. “Desde hoy comienza la resistencia. Como vivientes queremos quedarnos en nuestras comunidades y no vamos a permitir que nos saquen y nos lleven a otro lugar”, afirmó una de ellas.

Previamente según reportó Página Siete el presidente Evo Morales manifestó que solo algunas familias se oponen a la construcción de la planta hidroeléctrica Rositas en Santa Cruz y no así todo el departamento, e indicó que piensa en la posibilidad de realizar un referendo para consultar si están de acuerdo con la ejecución de la obra.

“Algunas familias se acercaron rechazando (la hidroeléctrica en Rositas), siento que no es el departamento de Santa Cruz y a veces pienso si hay algunas familias que se oponen porque no hacer algún referendo, preguntar al departamento de Santa Cruz si se hace o no se hace, se ejecuta o no se ejecuta la planta hidroeléctrica de Rositas”.

En octubre pasado la Empresa Nacional de Electricidad de Bolivia (ENDE) decidió postergar el proyecto hidroeléctrico Rositas ante el constante rechazo de las comunidades de los ríos Beni, Quiquibey y Tuichi que alertaron que al menos 20 comunidades serían afectadas por inundaciones, además de tres áreas protegidas.

Hace más de dos años, la Asociación Accidental Rositas (AAR) se adjudicó la ejecución de la ingeniería, suministro, construcción, montaje, pruebas y puesta en marcha del proyecto Rositas bajo la modalidad llave en mano con una inversión de 1.000 millones de dólares. Se estima que el megaproyecto hidroeléctrico generará 600 megavatios.