Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: jueves 03 de enero de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Meyer señala, en una carta abierta, que “ninguna nación extranjera tiene el derecho a calificar o emitir juicios de valor sobre la realidad de otra nación, mucho menos a buscar imponer interpretaciones de lo que significa democracia o cómo debe regularse el sistema democrático interno, bajo el riesgo de afectar la soberanía a la que todo Estado tiene derecho”.
El 16 de diciembre de 2018, la Embajada de Estados Unidos en La Paz difundió un pronunciamiento en el cual señala que “apoya una democracia saludable en Bolivia que respete la Constitución boliviana y la voluntad del pueblo boliviano”.
La Cancillería boliviana manifestó “su enérgico rechazo al comunicado de prensa” y afirmó que se lleva “adelante un amplio proceso de profundización de la democracia y la inclusión social, en concordancia con su legislación, garantizando la primacía de los derechos humanos consagrados en los acuerdos internacionales”.
Para Meyer, la postura de Estados Unidos desvela que no deja esa idea de considerarse el “hermano mayor” de los países de la región y asumir el rol de consejero y vigilante.
Además cuestionó que en las elecciones de 2016 en Estados Unidos, pese a que Hilary Clinton obtuvo la victoria en las urnas con 65.853.516 votos por encima de Donald Trump, que obtuvo 62.984.825 votos, en colegios electorales se le haya dado la victoria al segundo. Meyer pregunta por qué no se respetó el voto de los electores y se primó el criterio de algunos delegados de los colegios electorales que revirtieron la decisión de 65 millones de personas.