El Vicepresidente señaló que la redistribución de la riqueza ya no es triangular sino se da en forma de pentágono y eso significa que “la gente ahora puede ir a dormir, cenando; que no hay niños que se duermen con hambre; que cada vez hay más personas que pueden tener dos o tres comidas al día; que cada vez hay más familias que pueden mandar a su hijo a la universidad, que cada vez hay más familias que han mejorado su cuartito”.

García Linera precisó que la distribución de la riqueza en la antigua Bolivia era en forma de triángulo, el grueso correspondía a la clase empobrecida, la parte central a la clase media y una pequeña parte a la clase enriquecida, y aseguró que con las políticas económicas y sociales de su Gobierno, ahora la distribución de recursos se da en forma de pentágono.

“Hay que convertir esta clase pobre a clase media, lo vamos a hacer, sabemos cómo hacerlo, ya lo hemos hecho. (…) Tenemos la fórmula, lo hemos hecho exitosamente, sabemos cómo gobernar, sabemos cómo hacer crecer la economía”, manifestó.

Sin embargo la realidad en los últimos años continúa mostrando casos como el ocurrido en julio de 2018, cuando Limberth, un niño de 13 años, fue trasladado de emergencia al Hospital Holandés de Ciudad Satélite, a donde llegó con una desnutrición grave y un peso de 10 kilos.

De igual forma el año 2017 la adolescente Naomi llegó de Guanay al Hospital del Norte (El Alto) con un peso de siete kilos y una desnutrición severa. Unos meses antes, en marzo del 2017, el caso de la niña Eva Quino, conmocionó a la población cuando  la menor murió por inanición y en medio de la pobreza extrema en la que se encontraba sumida junto a su familia, este hecho tuvo repercusiones incluso en medios de comunicación internacional.