"Los cruceños a quienes protege el Comité Cívico son los que quieren desterrarnos del territorio, como proceso y proyecto político, y su terror es la presencia del campesino porque estarían siendo amenazados por el voto en las urnas. Protegen la Alcaldía de Roboré, y ellos saben eso perfectamente, ocurre en San José, en San Rafael, en San Miguel, en San Ignacio, en Concepción", afirmó a ANF.

La deforestación de 55 hectáreas de bosque único en el país de la Reserva Forestal de Tucavaca, un área protegida municipal y departamental, convulsionó a Roboré el mes de noviembre, cuando pobladores protagonizaron bloqueos de carreteras e incendiaron las oficinas policiales acusando al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y a la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) de entregar tierras fiscales a una comunidad de 36 familias campesinas del occidente afines al Gobierno. 

A criterio del Viceministro, es necesario decirle la verdad al país sobre el Valle de Tucavaca. "En mi modesta apreciación muy sencilla, el conflicto de Roboré tiene un alto contenido político (…). Puede que de alguna manera haya un impacto (ambiental) pero la comunidad fue un chivo expiatorio para estigmatizar a los campesinos", señaló.

Cuestionó de por qué los roboreños no se levantaron cuando los empresarios cruceños y brasileños tumbaron cientos de bosques al igual que menonitas, aunque no precisó la superficie afectada ni en qué sitios.

"Túpac Amaru es una comunidad que tiene derecho a acceder a las tierras fiscales, y el INRA entregó tierras fiscales (…). Para la actividad agrícola lamentablemente hay que hacer desmontes, hay que medir a todos con la misma vara", señaló. 

Según el Viceministro chiquitano, hay un plan en toda la macroregión chiquitana y pantanal para desterrar todo indicio del masismo en el territorio, que sería el "pretexto" para generar adversidad en contra del "proceso de cambio".