Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: miércoles 26 de diciembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Varios piquetes de ayuno en el país piden el respeto a los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016 y que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) deje sin efecto la resolución que aprobó la repostulación del binomio Evo-Álvaro. La huelga en Santa Cruz iba a cumplir dos semanas de protesta contra la repostulación del mandatario.
Después del levantamiento de la medida, el presidente del Comité pro Santa Cruz, Fernando Cuéllar, aseguró que esta acción no debilita la lucha en defensa de la democracia. Dijo que, al contrario, existe satisfacción en los huelguistas porque se logró conscientizar al pueblo boliviano.
“La Iglesia ha exhortado, la Defensoría del Pueblo y muchas autoridades han pedido que suspendamos la huelga, pero hemos dejado en claro que todos estamos comprometidos y tenemos convicción de lucha y no nos ha importado estar debajo de una carpa esta Navidad”, declaró Cuéllar en una rueda de prensa improvisada en la plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz.
Explicó que el resto de los piquetes de huelga de hambre en otras regiones se mantienen por el momento. En las próximas horas los cívicos analizarán si continúan con la medida o la levantan, informó.
“Cochabamba, La Paz y Sucre continúan en la huelga de hambre y sabemos que realizarán una evaluación, cada uno de ellos tomará la decisión que corresponda, si levantan o continúan”, dijo el cívico cruceño.
En tanto, el concejal del Movimiento Al Socialismo (MAS) Jorge Silva atacó a los ayunadores. Acusó a sus dirigentes de defender intereses político partidarios de unos cuantos y no de todo el pueblo boliviano.
“No es una huelga de hambre, eso es chacota. Eso es faltar el respeto a la población porque están queriendo hacer ver que están en huelga de hambre defendiendo un interés sectario y político partidario y personal”, manifestó a los periodistas.
Silva consideró esa huelga de hambre como un “sacrificio a la picana, al chocolate y al panetón”. Reforzando el discurso del oficialismo, aseguró que la medida no responde a un interés común del pueblo, sino de los candidatos a la Presidencia en 2019 Carlos Mesa y Óscar Ortiz, del Movimiento Demócrata Social..
“Estos dos sujetos políticos temen que Evo Morales sea candidato el 2019 y sean derrotados por el pueblo, porque saben que representa al país y a todo el pueblo boliviano”, remarcó.
Cuéllar agregó, por otro lado, que en los primeros días de enero los
cívicos del país se volverán a reunir para determinar las nuevas
acciones que asumirán en defensa del 21F y contra la repostulación de
Evo Morales.
“La mecha está encendida para seguir esta lucha pacífica. Ahora el pueblo tendrá que salir a las calles a defender sus derechos”, declaró.