Las 14 mujeres autoridades renunciaron a sus cargos de manera voluntaria, muchas de ellas debido a acuerdos, usos y costumbres, pues una vez cumplida la mitad de gestión debían ceder el cargo a sus suplentes.

Según datos del TEDO, en enero renunciaron cinco concejalas, dos del municipio de Esmeralda, una de Challapata, otra de Soracachi, de Yunguyo de Litoral y una asambleísta departamental.

En febrero renunció una concejal de Soracachi y en marzo otra de Caracollo. En mayo dejó el cargo una concejal de La Rivera y una asambleísta departamental; en cambio en julio renunció una concejal de Huanuni, Cruz de Machacamarca, de Turco y otra asambleísta departamental. 

Cabe mencionar que dichas renuncias, antes de ser aceptadas por el TEDO, pasaron una serie de procedimientos para constatar que las mismas eran voluntarias y no así por acoso o violencia política; una vez terminados los pasos respectivos, las renunciantes firmaron un documento para constatar el carácter voluntario de su decisión. 

DENUNCIAS

En cuanto a las denuncias de acoso y violencia política, el TEDO registró 11 en esta gestión, todas ellas de concejalas, pues en muchos casos fueron presionadas y hostigadas con el propósito de suspenderlas de sus funciones, ya sea por sus mismos colegas, autoridades originarias y organizaciones sociales.