Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: sábado 22 de diciembre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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“Las elecciones primarias no sólo son un mecanismo para elegir quién es el candidato del partido político que va a competir en las elecciones. Es también una prueba de madurez y consistencia de los partidos políticos... En enero, por primera vez –algún día tenía suceder–, los partidos políticos le van a decir a Bolivia cuál es su musculatura”, aseguró García Linera.
Luego de que el Tribunal Supremo Electoral oficializara que ocho “binomios únicos” se registraron para esos comicios, candidatos, opositores y personalidades propusieron suspender las internas, para evitar el gasto de 26,9 millones de bolivianos. Similar posición plantearon los vocales Antonio Costas y Dunia Sandoval.
Para García Linera, las internas son necesarias porque “en la actual democracia” los partidos políticos “nunca han validado su fortaleza ante la sociedad”; y por ello, “muchos son taxi-partidos”, conformados “al calor de un entusiasmo del hígado”.
El Vicepresidente agregó que la Ley de Organizaciones Políticas “lo que hace es abrir un camino de fortalecimiento”. “En enero vamos a saber cuántos militantes tiene un partido, si tiene cinco militantes, 1.000, 200 mil militantes”, afirmó el Vicepresidente.
No obstante, el TSE ya difundió la cantidad de partidarios tienen las organizaciones políticas que están en carrera electoral.
En ese marco, la primera fuerza política del país es el Movimiento Al Socialismo (MAS), con 991.092 partidarios. El Movimiento Tercer Sistema ostenta 95.391 militantes.
El Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-Bol) suma 92.210 militantes. La alianza Comunidad Ciudadana tiene 88.122 inscritos. Mientras que el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) cuenta con más de 58.000 partidarios.
En criterio del segundo mandatario, la medida no busca descalificar a los partidos que tienen un reducido número de militantes. “Le van a decir a Bolivia cuál es su musculatura, cuál es su seriedad y a partir de ese examen van a pasar los partidos para comprometerse a mejorar su militancias, su formación, su reclutamiento. No podemos vivir una democracia del voto sin una democracia y fortaleza del partidos político”, sostuvo.
La oposición pidió al Gobierno respetar la voluntad del soberano, que el 21 de febrero de 2016 le dijo “No” a la reelección. Desde esa vereda política se sostiene que el MAS pretende mostrarse “fuerte”, cuando en realidad la mayoría de sus partidarios son servidores.
“El MAS obligó a sus funcionarios a registrarse y de paso a registrar a su familia, amigos como militantes y con ese fraude quieren mostrar musculatura”, dijo el diputado Rafael Quispe.
En octubre, servidores de diferentes entidades del Estado denunciaron que fueron obligados a inscribirse como militantes del MAS y que, luego, fueron forzados a salir a las calles para anotar a nuevos partidarios. El masismo rechazó la acusación.