¿Cuáles son las posibles causas? La explicación de los altos
porcentajes de votos nulos y blancos parece estar en los múltiples
candidatos que compitieron, 118 en 2011 y 96 en 2017. Esta situación
engloba muchas variables, como la dispersión de los votos, el
desconocimiento de los candidatos por los electores, insuficiente
información y tantas otras que finalmente determinan al momento del
sufragio. Y como factor adicional incidió la obligatoriedad del voto,
porque la gente acude voluntariamente a las urnas cuando tiene decidido
por quién votar, como sucede en las elecciones de las cooperativas de
telecomunicaciones, que también se desarrollan con infinidad de
candidatos.
Por ejemplo, en las últimas elecciones de consejeros de
Cotel fueron habilitados 26 candidatos y la participación apenas alcanzó
el 5%; en Cotes compitieron 32 candidatos y la participación llegó al
29,5%; en Comteco, 44 candidatos y 16% de participación; y en Coteor, 43
candidatos y 30% de participación. El altísimo porcentaje de ausentismo
se debe a la no obligatoriedad del voto. Caso contrario, los nulos y
blancos fácilmente habrían superado el 85% de los sufragios. Si en las
elecciones judiciales el voto hubiese sido optativo, los nulos y blancos
se habrían situado en torno al 10%, similar al 8,71% de Comteco (6,36%
votos nulos y 2,35% blancos), y el 8,8% de Coteor (5,4% nulos, 3,4%
blancos).
La combinación de una lluvia de candidatos, la falta de
liderazgos públicos y la insuficiente visualización de las propuestas se
convierten en un dique para los votos válidos, debido a que la atención
de los electores tiende a centrarse en pocos candidatos o liderazgos
visibles que encabezan las campañas y presentan sus propuestas. Así lo
demuestra un estudio de la Fundación UNIR, en el que se infiere que las
personas deciden su voto tomando en cuenta principalmente los perfiles
(38,3%) y las propuestas (37,3%) de los candidatos.
Entonces,
primero, las elecciones judiciales no fueron ni serán plebiscitarias.
Esta interpretación fue descartada cuando en 2011 la suma de los votos
nulos y blancos alcanzó el 57,67% y tres años después, el presidente Evo
Morales fue reelegido con el 61,36% de los sufragios en 2014. Segundo,
el porcentaje de los votos nulos y blancos no se reducirá hasta el nivel
estándar del 3% de las elecciones generales o del 4,5% de los comicios
departamentales o municipales aunque se modifiquen los procedimientos de
preselección de los candidatos, participen los entes colegiados, se
alcancen consensos entre las organizaciones políticas en la Asamblea
Legislativa o se realicen en gobiernos diferentes al actual. Y tercero,
en las próximas judiciales “retornarán” las valoraciones y
descalificaciones que se utilizaron en 2011 y 2017; a pesar de todo, se
debieran perfeccionar los procedimientos de preselección y flexibilizar
las campañas para que los ciudadanos tengan mayor acceso a la
información de los perfiles y las propuestas de los candidatos.
Medio: El País
Fecha de la publicación: jueves 04 de enero de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones judiciales
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En Bolivia se han celebrado elecciones judiciales en dos ocasiones, en 2011 y en 2017, para elegir por voto universal a las principales autoridades del Órgano Judicial. En ambas oportunidades las críticas se centraron en los votos nulos y blancos. En 2011 alcanzaron el 57,67% de los votos (42,6% nulos y 15,07% blancos), y en 2017 el 65,34% (49,86% nulos y 15,48% blancos).
Contenido
Elecciones judiciales, el eterno retorno
Escrito por
Juan Quiroga Moscoso
Ene 04,
2018
En Bolivia se han celebrado elecciones judiciales en dos ocasiones, en 2011 y en 2017, para elegir por voto universal a las principales autoridades del Órgano Judicial. En ambas oportunidades las críticas se centraron en los votos nulos y blancos. En 2011 alcanzaron el 57,67% de los votos (42,6% nulos y 15,07% blancos), y en 2017 el 65,34% (49,86% nulos y 15,48% blancos).