“El senador nos declaró en comisión, como si estuviéramos realizando un trabajo especial, importante para las autoridades. De esa forma no hay ningún descuento”, informó uno de los funcionarios del Legislativo, quien pidió reserva de su nombre para evitar represalias.

     Otro servidor explicó que apeló a la baja médica -aprovechando que tiene sesiones con el fisioterapeuta-  para garantizar su presencia en el acto, puesto que había   un instructivo para asistir  al acto de Quillacollo. “Presenté las sesiones programadas con el fisioterapeuta, viabilizaron sin problema mi  baja por invalidez, todo para que vaya hasta Cochabamba”, relató.

En una visita que realizó Página Siete a los diferentes ambientes donde trabajan los legisladores oficialistas se evidenció escaso personal en algunas oficinas de  senadores y diputados. Otros despachos, en cambio,  estaban cerrados   con candado. “Tiene permiso, pero mañana estará la encargada”, dijo uno de los funcionarios de un senador de la bancada masista.

De acuerdo con el Estatuto del Funcionario Público, artículo 47, los servidores  públicos podrán gozar de permisos para ausentarse de sus  trabajos para fines personales u oficiales, previa  autorización expresa y conforme a las previsiones establecidas en las Normas Básicas de Administración de Personal y reglamentos internos. 
  

No sólo los ambientes del Legislativo quedaron desolados, similar situación se registró en oficinas públicas  que están ubicadas en la 6 de Agosto.

 “Uno viene desde Oruro para hacer los trámites, pero todo cerrado, nadie da razón de nada. El policía lo único que me dice es que ‘todos viajaron’”, reclamó una señora que llegó  a La Paz para realizar un trámite.

El presidente de la Cámara de Senadores, Milton Barón, se negó a informar cuántos funcionarios de la Asamblea solicitaron permiso o fueron declarados en comisión. El legislador aseguró que la asistencia de funcionarios  al acto “es normal”,  porque lo hacen por “convicción política”. 

“Es un hecho absolutamente normal. Todo militante asiste a los actos que alguna fuerza política organiza. No veo por qué se tenga que crear polémica”, sostuvo Barón.

En criterio de la oposición,  “obligar” es una práctica del MAS para demostrar que tiene musculatura política. “Ellos saben que no podrán llenar el coliseo de Quillacollo, que tiene capacidad para 15.000 personas, por tanto obligan”, afirmó el senador opositor Arturo Murillo.   

El lunes, el ministro de la Presidencia, Alfredo Rada, sostuvo  que 234 alcaldes y gobernadores del MAS participarán en la masiva concentración.

El presidente del Comité Cívico de Cochabamba, Juan Flores, denunció que servidores públicos les indicaron que son obligados a participar  en el evento bajo la amenaza de despidos.