"Hoy en día las cosas han cambiado ante una estructura de hegemonía política absoluta porque el pueblo ha confiado a la mayoría, pero una pena que el Gobierno haya utilizado esa confianza del pueblo boliviano no de buena manera, el hecho de haber tenido una mayoría debería significar escuchar al contrario, escuchar a la oposición", señala.

Pone de ejemplo al expresidente de Costa Rica, Óscar Arias, quien en su primer discurso dijo que su primera tarea sería constituir la oposición porque necesitaba que le controlen, situación contraria en el país donde "la mirada tan hegemónica, absoluta y de hablar que el Gobierno es la voz del pueblo y por tanto ya no hay ningún tipo de mediación ante las instituciones ha tenido consecuencias", dice.

Lamenta que cuando alguien habla de manera disonante al discurso oficialista acaba siendo presa de las presiones políticas e incluso persecución, lo cual se vivió muy de cerca con tantas instituciones aliadas que están condicionadas con la propia Ley de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) para alinearse a las políticas públicas "y eso es anular el derecho al pensamiento, a la libertad de expresión y de asociación".

"Tenemos una sociedad desinformada, con poco acceso a la información, discernimiento y capacidad de comprender lo que está pasando, y eso requiere elementos que coadyuven en el análisis (…). Jubileo maneja información económica basada en datos oficiales, pero la interpretación que le damos es plena nuestra y eso nadie no los puede negar como derecho", expresa.

Destaca el trabajo centrado en investigación, recopilación de información, sistematización de experiencias y acciones piloto que se transforman en banco de datos de segundo piso que es utilizado por varias entidades.

"Estamos viviendo un entorno difícil, nada favorable para estas entidades que brindan un servicio importante a la sociedad que procuran aplicar iniciativas en un sinfín de áreas y sectores, que después pueden ser un valor importante a las políticas. En ese sentido hay varios temas que se ponen en el debate, y lastimosamente tenemos al frente a un Gobierno que no le gusta la crítica, y peor sentarse a dialogar", señala.

En análisis de Núñez, la falta de diálogo se traduce en una especie de estrategia de condicionamiento al funcionamiento de estas ONG e instituciones sin fines de lucro, y que más allá se tiene a una cooperación bilateral que acaba siendo silenciada en este caminar y por tanto, por "omisión" en algún caso se convierte en otro factor que no permite a estas organizaciones a realizar un trabajo más adecuado.

"El hecho del registrarse y actualizar la documentación creo que es adecuado, pero que eso no se convierta es una herramienta de condicionamiento o presiones a las ONG, y creo que ahí estamos vulnerando los principios fundamentales de asociación, algunos derechos", señala.

Lamenta que en este denominado "proceso de cambio" a la cabeza del presidente Evo Morales estén echadas a menos muchas ONG, otras tantas cerraron por falta de condiciones económicas, y por tanto su aporte ya no es el mismo hacia adelante, a pesar que su contribución para el fortalecimiento de la democracia y desarrollo del país. 

"Muchas de las políticas es gracias a las ONG, deberíamos retomar este tema que es impulsor, como impulsores debemos seguir presentes a pesar del escenario", insta. 

El tránsito de Jubileo

A 15 años de su nacimiento institucional su director, Juan Carlos Núñez hace un balance, afirma que Jubileo en un principio era programa de Social Cáritas que tomó cuerpo propia y mayor independencia al constituirse en una fundación el 18 de noviembre de 2003. 

"Le llamamos una de las vertientes para su creación, fue la experiencia de Diálogo de 2000, un programa dentro de Social Cáritas con que el empezamos la campaña en 1998, que era por la acumulación de la deuda una campaña nacional e internacional donde reconocemos a Alemania como un país que dio su aporte valiosísimo, no solo de la condonación concesional sino oficial", afirmó.

Entre 1998 y 2015 fueron liberados $us 2.234 millones liberados como parte del programa de alivio a la deuda conocido como HIPC (Heavily Indebted Poor Countries) para Países Pobres Muy Endeudados (PPME en español), un 34% corresponde al HIPC II, recursos que desde el 2001 al 2015 fueron desembolsados a los municipios del país vía "transferencia directa" como también vía un "fondo solidario" por un total de Bs 8.600 millones. Este beneficio de alivio a la deuda expirará el 2019.

"Los años 2000 fueron como el inicio para pensar y constituir una institución como Jubileo para que haga un seguimiento a lo logrado ese año; Jubileo 2000 fue una campaña que tuvo repercusiones incluso a nivel internacional que auspició la Iglesia Católica y otras iglesias en la búsqueda de la condonación de la deuda externa, ese proceso ha implicado una movilización, articulación de redes de la iglesia, de instituciones de la sociedad civil", destaca.

Como resultado de ese proceso señala que más de $us 2.600 millones se han logrado constituir en parte de esa condonación de la deuda.

Núñez dice que de esos recursos deben quedar saldos pequeños destinados a los municipios para el uso de inversiones en educación, salud y productividad. "Este proceso nos dejó una lección muy interesante; que la mejor manera de darle sostenibilidad a estos procesos es que involucres al Estado para la participación, eso significa gestar políticas públicas y que sea parte de la gestión del Estado", afirma.

En el caso de la campaña Jubileo 2000 recuerda que se tradujo en la Ley del Diálogo Nacional, en la que se definió no solo el uso y destino de los recursos sino la forma de participación de la población, sobre todo en los ámbitos departamentales con la contribución del control social. "La Lección aprendida es que cuando nos unimos y organizamos somos capaces de generar cambios y transformaciones que sean sostenibles en el tiempo", señala.

La capacidad de Jubileo de incidir en políticas públicas desde el aporte no sólo radicó en el trabajo meramente técnico especializado con datos e información oportunos, sino también en estrategias que involucran a la sociedad para poder identificar intereses comunes que vayan a incidir en el espacio de la política pública. "Para eso insistimos en la investigación, generación del debate público para que sean elementos de incidencia", señala.

Al momento de evaluar la relación sociedad civil-Gobierno, Núñez dice que nunca fue muy sencillo porque en periodo de gobiernos neoliberales se conservaba una mirada y enfoque totalmente municipalista con debate y visiones encontradas respecto a lo que planteaba Jubileo. 

"Y en cuanto al proceso de diálogo fue muy importante; el Foro Jubileo que se realizó en todo el país detectó los grandes temas que fueron la agenda de octubre, las bases de la constituyente que estabas planteadas, y lo transmitimos a la clase política pero hubo oídos sordos y desencadenó en el 2003, la crisis institucional que tuvimos a pesar de tener estas alertas tempranas identificadas en estos procesos de diálogo. Hubo momento de crisis donde el pueblo boliviano optó por la democracia y no generar situaciones de conflictividad", señala.

Hoy en día afirma que ante el actual escenario también confía en que el país optará por las vías democráticas para encarar un escenario político difícil, tras la repostulación al cuarto mandato de Evo Morales y Álvaro García Linera al margen de la Constitución Política del Estado y el voto del referéndum del 21 de febrero de 2016.