Medio: La Razón
Fecha de la publicación: lunes 17 de diciembre de 2018
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Democracia paritaria
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Su aporte indiscutible a la democracia boliviana fue reconocido a inicios de noviembre, cuando la Asamblea Legislativa Plurinacional le otorgó la medalla Marcelo Quiroga Santa Cruz. Entonces Remedios Loza recordó que en sus inicios en la política era impensable que una chola llegase a ocupar un espacio en el primer poder del Estado, y pidió a los partidos y sus representantes no permitir que los avances logrados hasta ahora se pierdan. Si entonces éramos cuatro, hoy somos millones, reflexionó en la ocasión, refiriéndose al avance de las mujeres de pollera en la sociedad y, sobre todo, en el poder.
Artesana por tradición familiar, Loza se dedicaba a la confección de polleras, y siendo todavía muy joven y admiradora del grupo folklórico Los Caminantes tuvo ocasión de conocer al carismático Carlos Palenque, con quien pronto comenzó a trabajar en sus emisiones radiales, hasta convertirse en su inseparable compañera de la Tribuna Libre del Pueblo, programa que luego pasó a la televisión y fue su catapulta hacia la política.
En 1989 resultó electa diputada por ese partido y comenzó una andadura política que terminó por convertirla en candidata a presidenta y la tercera opción más votada en las elecciones de 1997, cuando con su apoyo el exdictador Hugo Banzer se convirtió en presidente constitucional y cabeza de la llamada “megacoalición”, un ensamble de partidos políticos que dieron paso al auge y decadencia de la que luego fue bautizada como “democracia pactada”.
Entre sus aciertos como política, se le reconoce no solo el haber sido el rostro emblemático del ascenso de las cholas, con todas las luchas que ello implica para sobreponerse a la discriminación de una sociedad que hasta ahora no logra superar su racismo, sino también leyes transformadoras, como la que establece y protege los derechos de los y las trabajadoras del hogar. Al alejarse de la política volvió a su pasión por la radio, desde donde ejerció influencia por algunos años.
Políticos de toda tendencia se han pronunciado este fin de semana valorando el enorme legado de la “Comadre” Remedios, quien sin duda tiene un sitial destacado en la historia contemporánea del país por su enorme solidaridad y por haber sido la pionera de las reivindicaciones de las mujeres de pollera. Será, pues, recordada no por sus errores, sino por sus grandes aciertos, por el legado que deja, por la senda que abrió y ahora es un camino que permite cada día a más y más mujeres de origen indígena y mestizo ocupar cargos de decisión y poder. Paz en su tumba.