Medio: La Patria
Fecha de la publicación: domingo 16 de diciembre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Gonzalo Rojas del Cides-UMSA, Ana Lucía Velasco de la Universidad Católica Boliviana, Pedro Portugal (exmilitante del Mitka, estudioso de pueblos indígenas), Estefani Tapia, joven activista y con estudios en Ciencias Políticas y el director de la ANF padre Sergio Montes, si, como moderador participaron del conversatorio, sobre elecciones primarias, binomios presidenciales y la participación de mujeres, jóvenes e indígenas.
Velasco empezó observando el enfoque cuando se habla de incluir a las mujeres, jóvenes, indígenas, en el escenario político, se habla como si se estuviera comprando un adornito. Se habla de una mujer para Vicepresidente porque se ve bonito pero no hay política de la identidad, sostiene.
"Necesitamos una mujer", es la única frase que se escucha desligada de una agenda, cuestiona, al sostener que las diferencias de género, de identidad, étnica, racial, etc. son políticamente rentables, son fáciles de utilizar y son grandes movilizadores de voto y de gente.
Coincidió en que la política de la identidad está queriendo ser instrumentalizada, pero sin éxito. ¿Quién conoce a la enfermera que aceptó a Patzi? (…) es solo para decir tenemos mujeres, etc., complementa Rojas.
Portugal tiene una mirada similar pero en relación a los indígenas, comenta que los indígenas no han luchado por su identidad sino por tener poder, por ser descolonizados, en lo que el Gobierno planteó que habría varios cambios, pero que solo fue palabrería y un espejismo.
Todo el que accede al poder lo utiliza y al utilizar ve que es funcional y no le interesa hacer transformaciones; porque todas las partes en Bolivia se han acostumbrado a eso y cada uno juega su rol con la característica, unos subordinados, otros en el poder, con la característica de que reciben cualquier ideología que esté de moda. Cuotas de mujeres, jóvenes, cuando lo que realmente quieren, por ejemplo los indígenas, es un poco de poder y con los mismos mecanismos que se han generado después de la colonización española, ósea servil y aceptar toda la pirámide de poder social, detalla.
En tanto que Estefani Tapia cuestiona la representatividad en crisis, porque cree que el escenario político se mueve en torno a la imagen de un caudillo, como es el caso del caudillismo de Evo Morales, pero no es diferente en la oposición.
Insiste que ha primado la lógica del caudillo, porque se habla mucho de renovación pero en los hechos no existe, están volviendo los políticos de hace muchos años. El tema de las identidades es importante, y cita a María Galindo quien afirma que se usa como juguete electoral a mujeres, indígenas, jóvenes, etc.
Observa que la inclusión se queda sólo en discurso, de ambos lados, (…) y se repite esa lógica incluso en los jóvenes. Hay que cambiar el hecho de enfocarse en el poder por el poder, antes del porqué quieren llegar al poder, señaló.
Rojas y Portugal en el debate introducen otro elemento que es la desmitificación de lo indígena. El primero, afirma que no se debería otorgar tan fácilmente la condición de indígena y recupera más bien su vinculación cocalera.
Evo es un cocalero exitoso, es la encarnación de su corporativismo. Tiene un discurso reinvindicacionista de tipo cultural. Hay una articulación de sangre con cooperativistas y éstos son depredadores medio ambientales, comenta Rojas.
Mientras que Portugal añade que el mandatario nunca se reclamó indígena, cree que lo convirtieron indígena cuando fue Presidente. Él (Evo Morales) no está falseando nada. Lo han disfrazado, le han enseñado la moda y lo inventaron los que ahora lo atacan.
El indígena no es la naturaleza, eso es un discurso que ha fracasado; el indígena es el progreso como sea, es el cooperativista minero. Se ha creado un mito y las instituciones tuvieron que ver harto con ese mito, insiste el exmilitante de Mitka.
PRIMARIAS Y
BINOMIO
Ana Lucía Velasco al referirse a los binomios presidenciales analiza que el consumo boliviano en términos electorales está en base a simbologías.
Lo que pasó con Evo Morales es que en su momento era anti-Goni y la gente quería eso. Eso mismo está pasando ahora, el mismo error, estamos ansiosos de candidatos simbólicos, y a Mesa le estamos dando esa simbología del letrado vs el indígena que es un desastre, pero es simbólico, comenta.
Mientras que Portugal da una mirada a la candidatura de Mesa a la que identifica con respaldo de las clases medias, que dice podrían llevarlo al poder, pero que carece de lo popular indígena.
¿Quién es el que está errado, el que pensaba que (Víctor Hugo) Cárdenas era otra cosa? ¿O Víctor Hugo? Si no se cambia el enfoque no se va a poder transformar. La clase media tiene poder y puede que gane Mesa pero va a ganar impregnada de valores que pueden provocar problemas porque no está yendo a lo popular, necesita indígenas, añade.
En la lectura política de Rojas, la Ley de Organizaciones Políticas y en ese marco las elecciones primarias pretende dar un manto de voto a los candidatos vetados, refiriéndose a los postulantes del MAS: Evo Morales y Álvaro García Linera; pero por el otro lado ha desnudado la dispersión de la oposición.
Explica que las primarias han sido exitosas en la política, con el objetivo de olvidar el 21F pero como son binomios únicos resucitando algunas siglas, está mostrando evidencia de esa debilidad de los partidos, aunque con vocación por ser presidenciables.
Las elecciones primarias se realizarán en el marco de la Ley de Organizaciones Políticas el 27 de enero de 2019, con el objetivo de democratizar el papel de los partidos.
Sin embargo, Velasco afirma que este proceso se ha convertido en un escenario completamente inútil, serán fiestas de celebrar a sus únicos candidatos. Considera que para que existan primarias tienen que existir partidos fuertes, institucionales, con historia, algo que Bolivia no tiene; se tiene caudillos o aspirantes a caudillo. Las primarias deberían ser un escenario en que partidos fuertes con ideología concreta e institucionalidad, democratizan la elección de sus candidatos.
Por su parte, el padre Sergio Montes cerró el conversatorio reflexionando el cómo se va construyendo Bolivia en el juego democrático, para reflejar de manera simple ejemplificó con un partido en el que todos quieren jugar, pero unos quieren jugar fútbol y otros básquet, cada uno en su cancha, pero quieren obligar al otro a que entre en su mismo juego, sin tomar en cuenta de que son canchas distintas, juegos y reglas diferentes. El no entender esa dinámica genera frustración, comenta.
Cuando planteaba esta imagen del juego y las canchas tenía una idea detrás: ¿cuándo nos vamos a preguntar si es que hay que jugar? La política, muchas que estamos viviendo tan coyunturalista, nos está llevando a perder el sentido crítico de porque tenemos que jugar o porque tienen que ser en una cancha, con un balón, con estas reglas. La crisis y la coyuntura te llevan a tener que decidir a qué lado ir y es cuando tenemos que tomar más perspectiva, dice.
Montes añade que es importante definir y aclarar las lógicas institucionales con las que se quiere "jugar" en los procesos políticos y electorales, pues lo que se está viendo es que hay una desinteligencia profunda entre distintas lógicas de comprender el modo de hacer política y del ejercicio del poder, que están dañando la convivencia democrática; y, por otro lado, se dan acciones entre astutas y malévolas que trastocan las reglas del juego democrático para jugar a lo que conviene, de pronto patear el tablero e imponer otra arena de juego o modificar las reglas que no favorecen a los intereses. No nos estamos entendiendo como sociedad y eso se manifiesta crudamente en la "cancha" política. Lo peor de esto está en la falta de sinceridad para expresar qué se quiere jugar y qué no.