Medio: El País
Fecha de la publicación: domingo 31 de diciembre de 2017
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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En lo departamental, mientras tanto, ha sido el año de la batalla total pero no entre adversarios políticos o ideológicos, sino entre correligionarios o teóricamente adeptos a una misma causa. Así pues, el Gobernador Adrián Oliva y su grupo de leales han encontrado en Camino al Cambio, parte de la alianza Unidad Departamental Autonomista con la que concurrió a las elecciones, al más feroz crítico de cada una de las acciones tomadas.
Los problemas no han sido solo para el Gobernador y su alianza, sino que se ha repetido en el Gobierno Municipal, donde el ex alcalde Óscar Montes y su coro de leales han fustigado sin piedad al elegido sucesor Rodrigo Paz Pereira partiendo el instrumento político de Unidos Para Renovar (UNIR). Más rara ha sido la batalla al interior del Movimiento Al Socialismo tarijeño, donde los problemas siempre han sido frecuentes, pero pocas veces se habían aireado tanto como este año.
Se partió el MAS Tarija
El cambio en la presidencia de la Asamblea Legislativa, el principal espacio de poder del MAS por su representación institucional, abrió grietas entre sectores más nativos e invitados. El ex presidente William Guerrero, que culminó dos gestiones, dejó paso a Sara Armella, dirigente campesina de largo recorrido. El relevo no fue amistoso y desde la Comisión de Hacienda, donde se refugió Guerrero, se han hecho varias jugadas no muy amistosas.
La pelea en el MAS también ha impactado en sus cargos institucionales, sobre todo los subgobernadores, que después de dos años largos de esperar ayuda del Gobierno Central para resolver sus propios problemas decidieron buscar modos para resolverlos por su propia cuenta. La coordinación con la Gobernación no gustó en todos los sectores, sobre todo en los que pedían mayor combatividad. A su modo y sin que se note tanto, los alcaldes también han buscado coordinación a pesar de que en su caso si han logrado un apoyo más cercano del Gobierno, al menos en forma de promesa. La reconversión del Fondo Indígena en proyectos municipales es un ejemplo.
Entre los sectores sociales afines al MAS también han surgido grietas, la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija (Fsucct) tomó nuevos rumbos luego de la dirigencia de Santos Valdez, Eider Quiroga y Marcela Guerrero. La incursión política de este grupo dejó tocado demandas sindicales como el Prosol, que ha perdido contundencia y finalmente, se han censurado determinadas conductas y alianzas trazadas.
El rumbo del Gobernador
Cuanto más arreciaba la pelea interna de la oposición, el Gobernador Adrián Oliva decidió dar un paso adelante no tanto en lo personal sino de Tarija como espacio político. Toda la oposición clamaba contra el fallo del Tribunal Constitucional que habilitó a Evo, toda la oposición quería celebrar una contundente victoria del nulo en las elecciones judiciales (que al final no fue tanto si se compara con el voto del referéndum del 21F, sobre todo en Tarija que entonces sumó 60% y ahora 53%), pero nadie había previsto que hacer, solo desde la Gobernación se convocó a los líderes nacionales a llegar a Tarija para pensar una agenda nueva y alternativa que desaloje al MAS del poder por la vía democrática.
La iniciativa tuvo un relativo éxito: participó Samuel Doria Medina, la número dos de Tuto Quiroga en la última elección, Tomasa Yarvi, representantes de Demócratas, el FRI, Jaime Paz Zamora, etc. pero no faltaron críticas desde el mismo sector sobre las ambiciones del Gobernador. Incluso el secretario de Gobernación Luis Alfaro le dedicó duras críticas.
Quienes sí tenían previsto que hacer a partir de la declaración del TCP y de los resultados de la elección judicial era el Movimiento Al Socialismo. Primero proclamación ante, calculan, más o menos un millón de personas y después gabinete ampliado para volver a hablar de gestión y ya no tanto de política. Mientras tanto a la oposición ya se les fue también 2017.
Una agenda intensa para 2018
Después de todo un año de pulseadas, el 2018 se presupone, al menos, igual de intenso. Los ejecutivos intentarán centrarse en la gestión para activar voto y los opositores sistematizarán su oposición. Normalmente se abrirá la pelea entre partidos por encima de la lucha interna, que quedará para cuando lleguen las postulaciones en 2019 y 2020.
En materia legislativa departamental, consolidar la Autonomía Regional del Chaco y concretar la Ley Electoral de acuerdo a lo que dice el Estatuto Autonómico serán las claves para acabar de configurar el panorama de la lucha de poder en la próxima elección de 2020.