Medio: La Razón
Fecha de la publicación: miércoles 05 de diciembre de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Servicio de Registro Cívico (SERECI)
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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El Padrón Electoral biométrico es el catálogo de todos los bolivianos mayores de 18 años y que participan en los procesos electorales. Tiene dos componentes fundamentales: el biométrico, centrado en las huellas dactilares, como biometría principal; y el componente facial, como biometría secundaria. Es un registro consolidado. La auditoría que hizo del mismo la Organización de Estados Americanos (OEA) determinó entre un 95 y 97% de confiabilidad.
El padrón de militantes, en cambio, es un listado que se construye de la misma manera en que se hacía el antiguo Padrón Electoral, con el llenado de libros. El padrón de militantes empieza a hacerse el 2000, luego de la promulgación de la antigua Ley de Partidos, que ordena que todos los partidos reempadronen y empiezan a llenar sus libros.
Para ver la fidelidad del padrón de militantes que hacían los partidos, se comparaba estas listas con el Padrón Electoral que aquella vez también se lo construía escribiendo; desde entonces hasta la fecha, todo este proceso de actualización siempre ha seguido esta modalidad.
En 2016, cuando empezamos el tratamiento de la actual Ley de Organizaciones Políticas, conversamos con algunos partidos para que hagamos como una prueba piloto para que la actualización de sus militantes se haga a través de la verificación biométrica; pero esto no prosperó, porque no había un mandato legal y siempre está el día a día, ellos no se sintieron muy motivados; entonces siguió la misma modalidad: los partidos pedían libros, los llenaban y los presentaban.
¿Qué hacíamos nosotros? Recibíamos, además de los libros, su transcripción (en medio magnético), y la comparábamos con el padrón.
Así, antes que una relación de subconjunto, lo que pasa es que el padrón de militantes es contrastado con el electoral nacional; ahí vemos si los datos corresponden o no corresponden. Por eso, cuando una persona entra al link del TSE para averiguar si tiene o no militancia, y encuentra su nombre como militante, es que los padrones están vinculados.
En los hechos, si yo tengo el Padrón Electoral biométrico y está vinculado en nombre, correcto además, a una organización política, puedo concluir, entonces, que esta persona, además de ser elector, es militante de tal organización política.
¿Cuándo se descubrió que no había consentimiento? Esto no es reciente. Nosotros siempre hemos estado haciendo consolidaciones de todos los registros que hacían los partidos políticos, haciendo las verificaciones, entregándoles una copia a todos los partidos, y atendiendo los reclamos de los ciudadanos que venían a pedir una certificación de militancia, y decían: “Yo nunca he sido militante”; pero nunca supimos la magnitud.
Ahora, ¿qué es lo que ocurre? Nosotros, por mandato legal, debemos hacer un proceso electoral, y lo primero que hemos hecho es consolidar todo el padrón de militantes.
Ahí vino una constatación: noso- tros podíamos haber verificado todas las variables, pero legalmente solo nos mandaban dos: los datos y las firmas, pero no las huellas, porque éstas hay que saber tomarlas, en varios casos son manchas. Y, segundo, el Órgano Electoral —la ley no previene esto— no puede convocar a cada ciudadano y decirle: ¿usted efectivamente se ha inscrito en tal partido? porque la filiación es voluntaria. Así, esto de gente inscrita en partidos sin su consentimiento y que indican que es responsabilidad del Tribunal Supremo Electoral, es de exclusiva responsabilidad de los partidos. Eso sí, este problema no ha contaminado el Padrón Electoral.
Las renuncias y anulaciones de partidas son una tarea constante en el Órgano Electoral; antes del actual proceso eleccionario, en estos días y, he aquí lo importante, será posible hacerlo después. La actual “depuración” de militancias no consentidas es solo para el voto en las elecciones primarias de enero de 2019.
¿Cuándo va a desaparecer esta situación anómala? Cuando hagamos la verificación biométrica de estos registros, que ahora sí es mandato de ley. Tenemos la aplicación informática, pero esto será posterior a las primarias. Reitero: fue nuestro propósito hacer la verificación biométrica, pero no se pudo no por falta de voluntad del Tribunal, sino por la coyuntura de los mismos partidos. Estamos desarrollando una plataforma móvil, en la que incluso no sea necesaria la huella digital, sino solo el reconocimiento facial. Con eso, nosotros cerraremos este problema.