Medio: El Deber
Fecha de la publicación: lunes 10 de diciembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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La denuncia que hace este lunes el abogado defensor de los jóvenes, indica que después de haberse realizado esta acción, uniformados interceptaron en plena carretera a los vehículos en los que viajaban los activistas de retorno a Santa Cruz para subirlos por la fuerza a unos micros y luego golpearlos "como chanchos".
Para el jurista Roger Martínez, la Policía no debía de haber ejecutado tal práctica pues esta institución, a escala departamental, está calificando como un delito el derecho a la libertad de protesta y manifestación que tiene la ciudadanía.
"La Policía está para defender la Constitución pero también tiene la potestad de hacer otros mecanismos. Los han detenido indistintamente a los cinco jóvenes, los subieron a los micros, les empezaron a dar golpes, no les preguntaban nada, era a darle palo, les dieron como a chanchos", enfatizó.
"Asistimos a las celdas de la Felcc. Vimos cómo uno de los afectados que tenía una costilla rota, estaba tirado en el piso. Pudimos hacer las gestiones junto a otros profesionales y el Defensor del Pueblo para que sea trasladado hasta una clínica. También hay otro joven herido que fue llevado al hospital de Cotoca pues sufrió golpes en la cabeza", dijo Martínez que contó que en la audiencia se presentaron como elementos probatorios una polera del 21F y se dijo de que los detenidos tenían en su poder canicas y vinagre pero que anoche un juez determinó dar libertad irrestricta.
Sobre la denuncia, el subcomandante de la Policía departamental, Igor Echegaray, negó tal extremo y más bien apuntó a acciones violentas que fueron realizadas por los bloqueadores y que dejaron un saldo de cuatro oficiales lesionados.
Según indicó la autoridad policial a Unitel, el ataque fue "de manera contraria por lo que se hizo un uso racional de la fuerza", y que ellos se habían replegado hasta otro sector en el afán de no entrar en conflicto. "Nos fuimos 3 km (...) fueron interceptadas algunas personas que estaban participando", señaló.
"La Policía no mostró ningún certificado médico forense de sus heridos (en cambio) del lado de los activistas sí pudimos constatar que tenían las espaldas golpeadas", apuntó Roger Martínez.