Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: lunes 10 de diciembre de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Las activistas tomaron por sorpresa a los policías que custodiaban esas instalaciones. Bautizan a ese espacio como una “funeraria de la democracia”.
Llegamos al tribunal supremo de la mentira y llevamos varios baldes de
pintura azul, color del MAS, para manchar y dejar en evidencia que el
TSE no es un tribunal creíble ni confiable para ningún boliviano y
boliviana”, manifestó María Galindo, líder de este colectivo, en
contacto con ANF.
Explicó que decidieron protestar al mediodía porque estimaron que en ese
horario los policías estarían más preocupados por su almuerzo que en la
seguridad del edificio del TSE, que el pasado jueves -durante el paro
cívico nacional- también fue atacado, pero por las plataformas
ciudadanas y otros manifestantes.
Cuando echamos la pintura “hubo un operativo policial, pero llegaron
tarde, (aunque) cuando nos empujaron lastimaron el dedo de una
compañera”, afirmó.
Galindo aseguró que no se puede confiar “en la sala funeraria de la
democracia” del TSE y en su trabajo de administración de las elecciones
primarias de enero de 2019, ni mucho menos en la organización de los
comicios generales de octubre del mismo año.
Asimismo, la activista aclaró que su colectivo no pertenece a ningún
partido político, por lo que la protesta no fue realizada en apoyo a
ninguna candidatura presidencial.
“Nosotras hacemos política feminista y repudiamos la cantidad de
manifestaciones de machismo, homofobia, racismo y transfobia que ha
habido durante las protesta de las llamadas plataformas del 21F”,
aseguró.
Apuntó que ni el TSE, ni el Gobierno de Morales u otros partidos
conservadores, que están buscando la Presidencia, garantizan una
sociedad sin racismo, sin misoginia y con respeto a la dignidad de las
mujeres.
El pasado 4 de diciembre, el TSE emitió una resolución de habilitación
de los candidatos para las elecciones de 2019, entre ellos el binomio
oficialista, Evo Morales y Álvaro García Linera, pese al resultado del
referendo del 21 de febrero de 2016, que negó una nueva postulación a
las autoridades.