Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: lunes 10 de diciembre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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La autoridad añadió que “la derecha boliviana no tiene ni una sola propuesta, por eso recurre a la violencia y a la mentira. Pero no es que no tiene propuesta ahora, no tuvo propuesta nunca (...). ¿Qué hacían ellos cuando gobernaban? Solamente se sentaban en la administración pública, aprobaban las medidas de la privatización y dejaban todo el manejo de la economía a las transnacionales”.
Romero sostuvo que la oposición amenaza con convulsionar el país para hacer escuchar sus demandas; en esa línea, los comités cívicos y dirigentes políticos convocaron a la población a movilizarse en contra del Tribunal Supremo Electoral (TSE), llamado que fue rápidamente respondido ayer por un grupo de activistas feministas.
El titular de la cartera de Gobierno complementó que “el que no tiene propuestas, ideas, planteamientos, visión de Estado, compromiso con la patria; el que no puede proyectar estratégicamente un país en la historia, recurre al paro, a la violencia, a la mentira y a la impostura”.
Romero dejó establecido que democracia es tolerar las ideas y no obligar a alguien a acatar un paro político a palos y golpes. “Se quitaron su disfraz y se presentan como lo que son: racistas, violentos, intolerantes, antidemocráticos, enemigos de las instituciones del Estado, enemigos de quienes tienen rasgos indígenas o mestizos”, indicó.
Deploró las “tremendas agresiones” de las plataformas del 21F a los policías que custodiaban el Tribunal Supremo Electoral (TSE) con instrumentos punzocortantes, palos, fierros, piedras, adoquines y otras armas contundentes.
“Primero, es una agresión a la institución, la Policía, y segundo, a un conjunto de compatriotas, al policía de extracción del pueblo, de rasgos indígenas, mestizos y miembro del pueblo”, señaló.
Romero advirtió que esos grupos que se oponen a la repostulación de Morales intentan replicar las manifestaciones de separatismo de 2008, cuando hubo acciones de amedrentamiento y violencia a sectores populares e indígenas en la Masacre de Porvenir.
“En el fondo hay un rechazo a un Estado que recuperó el control de la economía y que trabaja en beneficio de la mayoría, en condiciones de equidad, beneficiando al conjunto de los bolivianos, pero priorizando a las mayorías más necesitadas”, explicó la autoridad del Gobierno nacional.
Alegó que existe una suerte de odio hacia ese Estado que logró canalizar la representación de la mayoría social personificada en Evo Morales, de origen indígena campesino popular.