Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: lunes 10 de diciembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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“La política de ninguna manera puede ser pretexto para encubrir acciones de choque, de matonaje, de asesinato. Lo que ha sucedido en Riberalta es un asesinato, el asesinato de una ciudadana trabajadora, humilde, de una compatriota boliviana”, declaró sobre los hechos ocurridos en la ciudad beniana el 6 de diciembre.
Los comités cívicos y dirigentes políticos de la oposición, según Romero, recurrieron a grupos de choque pagados para obligar a la población a acatar un paro ante la nula respuesta ciudadana, que apoya al gobierno de Morales y su reelección en los comicios de 2019.
La autoridad nacional describió que en Riberalta lo que se hizo fue armar grupos de choque en motocicletas, que se dirigieron a diferentes puntos de la urbe para obligar, “por la vía de la coacción, de la fuerza de la violencia física y psicológica”, a las personas a cerrar sus negocios, a irse a sus casas, dejar de hacer sus trámites, de concurrir a los bancos, a los mercados, a los restaurantes, a los servicios, a las entidades públicas.
Cuestionó el pronunciamiento que realizaron los dirigentes cívicos tras la jornada de movilización, brindando su respaldo a los activistas en Riberalta. Aseguró que ese tipo de acciones lo que pretende es encubrir un delito como el asesinato.
Identifican a los autores
Romero dijo que la Policía Boliviana tiene identificadas a cuatro personas como los autores materiales del hecho violento que derivó en el deceso de la mujer de 56 años.
“Están identificadas cuatro personas y lógicamente se tienen que desarrollar las diligencias que corresponden en el marco del procedimiento penal”, indicó Romero sin precisar nombres.
Si bien se trata de los autores materiales, el Ministro sostuvo que ahora esas personas deben dar a conocer los nombres de los autores intelectuales “que les enviaron y pagaron” para cometer acciones de matonaje contra la población.
La víctima fue agredida por activistas de las plataformas del 21F. Ella defendía a uno de sus vecinos y tras ser empujada por los protestantes, presuntamente cayó, se golpeó la cabeza y falleció cuando era llevada a un hospital de esa ciudad. Según el relato de algunos testigos, en la discusión y forcejeo, Estívariz fue empujada y su cabeza golpeó contra la estructura de una motocicleta, lo que le hizo perder la conciencia. Fue auxiliada por su sobrino, pero los esfuerzos por salvarle la vida fueron vanos.
Romero manifestó que las investigaciones del Ministerio Público deberán determinar si se trata de un asesinato o un homicidio, por lo que se tendrá que citar a los sindicados para que presten su declaración informativa, al igual que los posibles testigos de lo sucedido en ese fatídico día.