Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: lunes 10 de diciembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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“Hago un llamado a que algunos jerarcas de la Iglesia católica, jerarcas que alentaron la confrontación lamentablemente desde sus púlpitos, no abran las puertas a este tipo de violencia. El mensaje cristiano dice claramente ámense los unos a los otros; el mensaje cristiano no dice tírense piedras los unos a los otros, no dice profieran insultos racistas los unos contra los otros, no dice patéense los unos a los otros, no dice atenten contra la vida de otros”, reflexionó la autoridad.
Agregó que “algunos comités cívicos patronales, comités cívicos de la derecha, quieren volver a actuar como lo hicieron hace 10 años cuando llevaron al país a la confrontación”.
Diferentes autoridades del Gobierno nacional denunciaron que la oposición recurrió a grupos de choque y la violencia para obligar a acatar el paro cívico del jueves anterior, que tuvo escasa repuesta ciudadana.
El titular de la cartera de la Presidencia aclaró que el cardenal Toribio Ticona siempre expresó opiniones coherentes con el mensaje de Cristo, mientras que algunos representantes de la Iglesia “lamentablemente alentaron a algunos de estos grupos que hoy, se ha visto que están utilizando la violencia”.
El purpurado “nunca fue una persona que genere acciones violentas (...) y dijo que el Presidente es su amigo. Su mensaje siempre es de concordia, de paz, como corresponde a un hombre que se guía por las enseñanzas de Jesucristo”, remarcó.
Anteriormente, la Conferencia Episcopal Boliviana emitió un comunicado en el que respalda la posición de los comités cívicos y políticos de la oposición, colocando en duda la imparcialidad del Órgano Electoral y asegurando que la democracia boliviana se encuentra en la incertidumbre.
Al respecto, el Jefe de Estado lamentó que algunos obispos católicos, de los que dijo se trata de pequeños grupos, se inclinen hacia los poderosos y la derecha, que amenazan con convulsionar el país y enfrentarse con las organizaciones sociales.