Salvo Oruro, donde hubo bloqueos esporádicos y marchas nocturnas, y Pando, la medida de presión fue acatada en el resto del país, aunque con diferente intensidad. Cívicos, sectores opositores y ciudadanos de a pie dieron forma a una protesta atizada esta semana con la polémica habilitación del TSE al binomio oficialista Evo Morales-Álvaro García Linera para las primarias de enero próximo, pese al referéndum del 21 de febrero de 2016 (21F) y la Constitución. También hubo paro en ciudades intermedias, algunos puntos fronterizos y fuera del país.

Las protestas se articularon en defensa de los resultados del 21F y en repudio a la repostulación, considerada ilegal, del binomio oficialista. El martes, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) habilitó a los mandatarios para buscar una cuarta elección consecutiva, avalando otra polémica determinación del TCP asumida el año pasado en contra de la Constitución.

Tres activistas de derechos humanos agrupados en el Consejo Nacional Democrático (CONADE) coincidieron en llamar a la "desobediencia civil".

"No existe independencia de poderes y el pueblo queda en absoluta indefensión. A partir de ahora emerge el legítimo derecho a la rebelión y a la desobediencia civil", afirmó el ex defensor del Pueblo, Waldo Albarracín.

Rolando Villena, también ex Defensor, afirmó que si Morales "no respeta el voto popular, el pueblo está en el derecho a tener todos los mecanismo que están a su alcance para que, mediante la desobediencia civil, se rebele pacíficamente".

En la misma dirección apuntó la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Amparo Carvajal.

Mientras, el ex presidente Carlos Mesa, principal contendor de Morales en las elecciones previstas para octubre de 2019, arengó a desplegar "una batalla democrática que vamos a ganar". “Una vez más BOLIVIA DIJO NO!, y lo seguirá haciendo. Un país movilizado ante los gobernantes autoritarios habilitados ilegalmente, dio de nuevo una lección de democracia”. (sic) dijo vía Twitter.

El alcalde paceño Luis Revilla dijo que "lo que queda ahora es resistir (y) volcarnos a las movilizaciones, para evitar que esta decisión se consume", en alusión a la resolución del TSE.

PANORAMA NACIONAL

En Santa Cruz el paro se sintió con fuerza en la capital y en algunas provincias que se sumaron a la convocatoria de los cívicos. La ciudad amaneció con bloqueos en varios puntos y se registraron enfrentamientos en el populoso Plan 3.000.

El líder cívico Fernando Cuéllar proclamó que "hay un pueblo de pie en todas las ciudades del país defendiendo la Constitución Política y resistiendo que se perpetúen en el poder".

Por la noche y al cierre de un cabildo multitudinario, calificó de contundente y pacífica la medida de presión, advirtió que las movilizaciones no terminaron y que hoy, viernes, Cochabamba será sede de un nuevo encuentro cívico nacional para delinear más acciones de protesta. Muchas personas le exigieron que se decrete una huelga indefinida.

"Nos estamos concentrando en Cochabamba para tomar acciones que sean sostenibles", adelantó.

En San Ignacio de Velasco el paro se acató de manera disciplinada. La vía de salida a la frontera con Brasil fue cerrada y varios camiones quedaron parados. En las calles muchos negocios fueron cerrados, así como los centros de abastecimiento.

En Oruro la movilización se registró con algunos grupos en la plaza 10 de febrero, que fue contrarrestada por la presencia de organizaciones afines al partido de Gobierno.

En Tarija los cívicos calificaron el paro de contundente en el centro de la urbe. La Gobernación y la Alcaldía paralizaron actividades.

En Cochabamba, el paro cívico fue más contundente en la zona Norte, donde los vecinos por iniciativa propia salieron a bloquear sus calles.

En Trinidad, capital del Beni, grupos de jóvenes portando banderas se hicieron presentes desde temprano con bloqueos y movilizaciones. Instalaron 40 puntos de bloqueo en defensa del voto del referéndum de 2016.

En la ciudad de Potosí, el paro se cumplió con bloqueos de calles y avenidas. Varias vías fueron cerradas con banderas y grupos de personas interrumpieron en el tráfico vehicular.

La jornada de paro cerró con cabildos y sin mayores problemas, salvo en La Paz

La violencia se impone en La Paz al cierre del paro

La violencia en La Paz comenzó después de un mitin instalado en la plaza Abaroa y luego de que los activistas lanzaran huevos al contingente de policías que custodiaba las puertas del TSE. Protegidos por escudos, los uniformados soportaron una lluvia de cascarones, botellas de plástico, piedras y otros objetos.

"¡Fusil, metralla, el pueblo no se calla!"; "¡Bolivia dijo No!" y "¡Evo de nuevo, huevo carajo!," fueron algunos de los estribillos que coreaban en medio de forcejeos y finalmente enfrentamientos. Quemaron un muñeco que representaba al presidente Evo Morales.

La tensión subió y los uniformados respondieron con gas pimienta y lacrimógeno para dispersar a los movilizados, sin lograr su cometido. Fue trasladado el carro antidisturbios Neptuno, pero no lo utilizaron y tuvo que retroceder ante la presión de los activistas.

Varias calles fueron cerradas al tráfico vehicular debido al grado de violencia y protesta, que se prolongó por varias horas.

Los movilizados dejaron la plaza Abaroa en horas de la noche y la Policía decidió mantener la seguridad en la zona, en medio de denuncias de infiltrados por parte de los movilizados.

Desde temprano, en el centro de la Sede de Gobierno, el flujo vehicular bajó hasta un 80% debido a los puntos de bloqueo instalados en las diferentes avenidas de las zonas Norte, Centro y Sur.

Cerca del mediodía y en la tarde, miles de manifestantes en La Paz pidieron la dimisión de los miembros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), exigieron la renuncia de los actuales mandatarios y llamaron a preparar una huelga nacional e indefinida, sin precisar una fecha.

En Cochabamba también se registraron protestas ante el Órgano Electoral; y en Santa Cruz hubo amagos de enfrentamientos y algunas personas detenidas, luego liberadas.