Medio: El Diario
Fecha de la publicación: viernes 07 de diciembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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En inmediaciones de la Ceja, un grupo de partidarios del MAS pretendieron agredir a otros simpatizantes de la macha por la democracia, pero fueron dispersados por la Policía
A la marcha por la democracia se fueron uniendo más organismos de El Alto y La Paz para arribar a la sede de Gobierno. |
Luego de haber pernoctado la noche del miércoles en una iglesia de la zona de Santiago II de El Alto, el grupo de marchistas de todo el país, exigiendo el cumplimiento del referéndum del 21 de febrero y el respeto a la Constitución Política del Estado (CPE), finalmente ayer al mediodía llegó a la sede de Gobierno.
La marcha de activistas y ciudadanos representantes de todo el país, salió desde la zona alteña a las 9:30 de la mañana, con un recorrido por la principal avenida 6 de Marzo, donde la ciudadanía a pesar de no haber bloqueado las diferentes calles y avenidas, salió a aplaudir y brindar su apoyo a los marchistas que recorrieron todo este tramo, para luego ingresar a la ciudad de La Paz, por la avenida Naciones Unidas (camino antiguo).
Varios fueron los puntos de apoyo en todo el recorrido de la avenida 6 de Marzo, como el caso del sector, del Regimiento Ingavi, donde vecinos de barrios adyacentes, recibieron con abrazos y la dotación de agua en algunos casos y en otros alimentos para los marchistas.
De la misma forma, similar actitud de los alteños se pudo ver en el Cruce a Viacha, donde varios grupos de personas y algunas agrupaciones de jóvenes se hicieron presentes para brindar a los marchistas su apoyo moral, donde corearon ¡Bolivia Dijo NO!, en todo el trayecto de esta vía que conecta con la autopista La Paz-El Alto.
Muchos de los marchistas que expresaron su indignación por la actitud del Tribunal Supremo Electoral (TSE), indicaron que esta movilización es por la defensa de la democracia y así lo entendió la ciudadanía por donde recorrieron desde su partida de la población de Konani, ciudadanos que en el trayecto mostraron mucha hospitalidad.
Durante los días que caminaron por gran parte de la carretera a Oruro, a pesar de los embates del tiempo, en medio del frío y la altura, sobre todo para las personas que engrosaron esta marcha desde el oriente del país, sufrieron las inclemencias del tiempo sobrellevando los malestares y finalmente ayer llegaron primero a la ciudad de El Alto y luego a la sede de Gobierno.
Por su parte, como fue el compromiso de la Policía Boliviana, con los marchistas, varios efectivos del orden siguieron esta caravana, desde el lugar donde partieron el pasado lunes, hasta llegar a la ciudad de El Alto, quienes en motorizados y a pie acompañaron la movilización, brindando seguridad a las personas.
Esta seguridad policial se incrementó desde la salida de este grupo de personas de la zona de Santiago II, con la finalidad de que en el trayecto no sufran ningún inconveniente.
De la misma manera, un grupo de paramédicos que recorrieron junto a los marchistas brindaron atención minuciosa a todas las personas que así lo necesitaron durante su recorrido, quienes en su mayoría sufrieron por la presencia de ampollas en los pies y en otros casos por la altura, del altiplano, a la que ingresaron.
De la misma forma, los calambres no estuvieron alejados de los marchistas, para lo cual les tuvieron que brindar masajes y otro tipo de ayudas con la finalidad de que puedan continuar su recorrido hasta llegar a La Paz.
Un grupo de personas que esperaban la llegada de los marchistas, cerca del multifuncional de la Ceja, para brindarles su apoyo y engrosar la misma, fue rodeado de otro grupo de simpatizantes del Movimiento al Socialismo (MAS), quienes intentaron dispersar a los simpatizantes de la marcha, donde por momentos se tornó peligroso, pero la presencia policial en el lugar dispersó a este grupo de personas pertenecientes al partido en función de Gobierno, quienes fueron también abucheados por la ciudadanía, por su actitud.
Los marchistas denunciaron la presencia de infiltrados, algunos desde que partieron en Konani, pero que no pudieron ser claramente identificados y otros que se sumaron desde El Alto, haciéndose pasar como vendedores de banderas.