Se pide tolerancia a los manifestantes, principalmente con las actividades delicadas que cumplen algunas instituciones, como los hospitales, donde no se puede parar y cumplirán sagradamente con las obligaciones de salvar vidas
Para ellos se pide la máxima tolerancia, principalmente de los piquetes de bloqueo, porque la anterior vez, la contundencia del paro se debió al cierre de las calles, donde lastimosamente no se dejaba pasar ni siquiera a las ambulancias, cuyos choferes tuvieron que deambular de un lado para otro buscando como sortear los obstáculos.
Se vivió experiencias horribles en esa oportunidad, porque se consideraba que tales vehículos estaban rompiendo con la orden de paralizar la ciudad, poniendo en riesgo el bien más preciado que tiene cada ser humano: la vida.
A primeras horas de la mañana esas ambulancias estarán trasladando a las enfermeras y los médicos de turno. Es la obligación de ellos estar en el puesto del deber, aunque comulguen con la medida de presión y por tanto, la ciudadanía debe garantizar su circulación.
No se puede caer en el fanatismo de hacer cumplir la medida de presión, arriesgando la salud de quienes están pidiendo auxilio a través de las ambulancias. En esos vehículos pueden ir nuestros padres o hijos, porque uno nunca sabe que puede deparar el destino a los seres humanos en cuestión de minutos.
A esos vehículos se les debe garantizar su circulación inmediata por todas las calles.