El jefe de  Estado que llegó recientemente de una gira por  Europa, una vez más cuestionó  el papel de Estados Unidos y su alianza con la derecha chilena y boliviana, que tratan desprestigiar  a su administración  gubernamental, mostrándolo como un dictador, cuando el pueblo definió  que una  vez más sea el candidato presidencial.

El 29 de noviembre,  el TCP -a pesar  que la Constitución Política del Estado establece que una persona no puede gobernar por más de dos periodos consecutivos- emitió un controversial fallo para la reelección indefinida.

“A un año (del congreso de Montero del Movimiento al Socialismo),  gracias a nuestros a abogados,  gracias a nuestros asambleístas. Misión cumplida, estamos habilitados  para el 2020-25, eso no está en debate”,  exclamó vehemente  Morales en un discurso de 40 minutos, tras lo cual recibió una cerrada ovación de miles de personas.

Los oradores de los movimientos sociales proclamaron una y otra vez a Morales  como el candidato  indiscutible para dar  continuidad a la agenda 20-25, por mandato del “pueblo” al celebrar el día de la Revolución Democrática cultural y resaltaron sus dotes de líder  hasta llegarlo  comparar con la “reencarnación de Túpac Katari”.

Morales pidió a la militancia identificar a los enemigos internos y externos e hizo referencia a una campaña local –internacional para evitar que una vez más se imponga en las elecciones  presidenciales del 2019. Recordó su aplastante triunfo  de 2005; además del  referendo revocatorio de mandato  en 2008. 

A lo largo de la avenida Blanco Galindo se instalaron media docena de pantallas gigantes,  un larguísimo escenario  y en medio de la multitud resaltaban los paraguas azules para protegerse del sofocante calor. Como es habitual en las concentraciones masistas se presentaron grupos folclóricos para amenizar el lanzamiento de la candidatura presidencial.