Medio: Correo del Sur
Fecha de la publicación: viernes 15 de diciembre de 2017
Categoría: Institucional
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
La auditoría se desarrolló en siete meses y comprendió la realización de un diagnóstico de las fuentes primarias del PE; el diagnóstico de los procedimientos de actualización y depuración del PE; el análisis del sistema informático del PE y del centro de cómputo, relacionado con la seguridad informática; el análisis de las denuncias y el estudio de la legislación”.
Entre las recomendaciones que han sido difundidas hay dos de particular interés. La primera, “mejorar la plataforma tecnológica” del proceso de empadronamiento; la otra, “fortalecer los lazos de intercambio de información con el Servicio General de Identificación Personal (SEGIP), para permitir que las plataformas informáticas compartan datos de manera automática y así validar la información”.
Se trata, sin duda, de una buena noticia, porque descarta una serie de denuncias que al calor de la polarización política que hay en el país, ponían en entredicho la consistencia de este vital instrumento para garantizar elecciones transparentes. En este sentido, este informe debe ser tomado en cuenta en forma particular por los dirigentes políticos del oficialismo y la oposición, que deben comprender que un PE confiable no sólo beneficia al sistema democrático, que tiene como uno de sus pilares fundamentales la realización de comicios trasparentes, pues garantiza que el resultado de cualquier elección sea aceptado, sino también otorga credibilidad a los ganadores y, por tanto, legitimidad para el buen cumplimiento de su mandato.
Es decir, deben comprender que poner en duda la consistencia del PE, cuando no hay indicios claros de manipulación, no es una acción inteligente. Desde otro enfoque, el informe de la misión de la OEA obliga a las autoridades del Órgano Electoral Plurinacional (OEP), a los actores políticos y a la propia ciudadanía a cuidar que el PE no sea manipulado por intereses político-sectarios. Más aún, se debe tener conciencia de que la existencia de un PE confiable es resultado de una política de Estado aplicada desde 1992, que, además, ha tenido la fuerza de enfrentar algunos intentos por copar el vital Órgano de la democracia boliviana.
En fin, el informe de la misión de la OEA es una de las pocas buenas noticias que se registran en los últimos tiempos.
El informe de la OEA debe ser tomado en cuenta por los dirigentes políticos del oficialismo y la oposición, que deben comprender que un padrón electoral confiable beneficia al sistema democrático, al otorgar credibilidad a los ganadores y, por tanto, legitimidad para el buen cumplimiento de su mandato