Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: martes 04 de diciembre de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Las primarias del 27 de enero son –simbólica y formalmente– el punto de partida de la carrera electoral de la que participarán nuestros gobernantes, para continuar siéndolo, y los opositores para intentar impedirlo. El camino hacia esas elecciones intrapartidarias es de bajada y no parece haber nada que vaya a obstruirlo. No, no hay nada que en el horizonte que pueda detener o modificar la consumación de la burla oficialista a la institucionalidad democrática: ni las marchas de los defensores del 21F que se dirigen a La Paz, ni las vigilias frente a las sedes de los tribunales electorales, Nacional, en la sede de gobierno, y Departamental, en Santa Cruz.
Es tanto así, que la Ministra de Culturas se permite decir que esas movilizaciones son los “últimos pataleos” de la derecha y su colega de Gobierno, comparar la actual circunstancia del proceso electoral con la final de la Copa Libertadores, e invocarla como referente “porque la democracia se resuelve en las urnas”.
¿Más de 32.000 solicitudes de anulación de registros partidarios de militantes? El registro estará depurado hasta el 15 de este mes y las irregularidades representan menos del 1,9% del total, dice el vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE). ¿La renuncia de funcionarios de rango de esa instancia, en un momento crucial? Fueron "voluntarias", asegura su presidenta.
Y, si –como ocurrió con la anterior titular del TSE– ¿los vocales actuales renuncian?, No hay problema; la Asamblea Legislativa elige a un vocal y seis suplentes para ese tribunal. El MAS tiene la mayoría necesaria para elegir a su antojo y, obviamente, sería ingenuo pretender que al menos uno de los escogidos sea susceptible de preferir el respeto a la Constitución y a la voluntad popular expresada en el referendo del 21F, para poner "piedras" en la despejada vía hacia la reelección de Morales y García.
Y si –precisamente– ¿aparecerían algunas piedras en ese camino, como resultado del engrosamiento de las columnas de marchistas? Todo está previsto: la dirigencia nacional de los trabajadores mineros advirtió que “si hay una necesidad de salir a las calles y respaldar (al MAS)” van a hacerlo.
Es un plan completo que no deja lugar para sombra de duda acerca de su éxito. Éxito que quienes no abandonan su fe en los valores constitucionales y de una verdadera democracia tendrían que convertir en lección para construir una actitud crítica hacia los políticos, tanto oficialistas como opositores y fortalecer esa capacidad de organización ciudadana, ya no para convocar solo movilizaciones de protesta sino otras de debate y de construcción de propuestas, único camino que conducirá a la formación de nuevos líderes.