Vos, que has estado desde el día 1, hace ya casi tres años, defendiendo no sólo algo en lo que crees, sino en lo que creen muchos más, pero que la mayoría tenía miedo de expresarlo, pero que, gracias a ti, el miedo se fue. 

Vos, que has estado ahí cuando aún era sólo un puñado de personas en la calle haciendo campaña por el NO. El masismo se reía de ti, Evo solía ser fuerte. Pero no desististe, ni te echaste para atrás, a pesar de las amenazas, la persecución y la represión. 

El sol te ha quemado, tus pies te han llegado a doler mucho, tu garganta te ha llegado a arder tremendamente, por gritar, por marchar, por cumplir tu deber. 

Luego, por tu perseverancia, se te unieron millones, porque vos sabes perfectamente que estás en lo correcto y ellos también lo supieron desde el comienzo. Inspiraste a millones y ahora somos millones más. 

Vos que conscientemente te has adherido al control del voto, que estuviste mañana, tarde y noche fiscalizando en el conteo de cada acta, cada sobre, cada papeleta, aquel épico 21 de febrero de 2016. Vos, que sabes que de eso se trata ser ciudadana y ciudadano. 

Vos, a quien le debemos todas y todos la histórica victoria de aquel día… aquel día que marcó y marcará a toda una generación de bolivianas, y bolivianos de aquí en adelante. Por tu fuerza, tu temple y tu persistencia de no permitir que haya ningún tipo de fraude… y lo lograste.  

Vos, que has marchado, bloqueado, te has movilizado y te has organizado desde tu barrio, tu zona, tu ciudad y tu departamento. Vos, que te organizas como plataforma, partido, organización social o, simplemente, como un ciudadano libre, que no dejas que un Tribunal Constitucional trucho arrebate tu victoria y que no dejarás que una lastimosa mayoría de vocales truchos del TSE te arranquen tu voto de las manos.