Medio: El Deber
Fecha de la publicación: domingo 02 de diciembre de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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De los ocho partidos y la única alianza inscrita para la votación, solo hay tres o cuatro con estructura nacional y activas durante los últimos años. El MAS, Demócratas, UN y, tal vez, UCS han participado a escala nacional de los diversos comicios, con una fuerte hegemonía del partido de Evo Morales y con un crecimiento territorial innegable de la organización política de Rubén Costas. Sin embargo, no hubo antes en la mayoría de los casos una práctica democrática interna que legitime plenamente las candidaturas y, seguro, no la habrá todavía con las primarias de 2019, considerando que todas las fuerzas tienen un solo binomio en carrera. Incluso algunos de los candidatos han liderado la exigencia de la suspensión de un proceso devaluado desde su inicio, pese a haberse inscrito, lo que se ve como una contradicción.
No obstante, han explicado que si no se registraban corrían el riesgo de ser excluidos de la contienda presidencial, facilitando así otro posible triunfo del MAS. Igual hay una clara desconfianza ciudadana en lo que parece ser otra maniobra política del oficialismo para desviar la atención de la lucha por el 21-F y legitimar con votos de su militancia el binomio Evo Morales-Alvaro García Linera.
Más allá de los temores y de las sombras con las que comenzó este proceso, resaltadas por miles de inscripciones ‘truchas’ de militantes, las primarias se llevarán a cabo, según el Órgano Electoral.
El escenario en el que se realizarán muestra a la dupla que insistirá en alargar su mandato, y a ocho fuerzas que han ahondado la fragmentación de la oposición. De todos modos, no deja de generar expectativa la postulación de cuatro cruceños, uno de ellos a la Presidencia y los otros a la Vicepresidencia.
No obstante, la representación cruceña sigue siendo insuficiente en relación al peso electoral y a la relevancia del departamento que más crece en Bolivia. Alguna vez se dijo que el poder político se establecería en Santa Cruz por propia gravitación. Más allá de la apuesta de Demócratas por un rostro cruceño joven, pero experimentado, como es el senador Óscar Ortiz, son evidentes las dificultades que han tenido los proyectos políticos nacidos en esta región para expandirse y tomar el poder. Quedan once meses para la construcción de esa posibilidad, en un escenario muy adverso y cada vez más confuso.