Medio: El Día
Fecha de la publicación: domingo 02 de diciembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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En ese contexto, Luis Fernando Camacho, actual vice presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, en contacto con El Día, describe los pormenores de esa lucha. El nuevo líder cruceño, señala sin preámbulos que el problema no es el resultado del referéndum sino el incumplimiento de parte del gobierno y el MAS a dicho resultado, con graves acciones violatorias de la propia Constitución Política del Estado (CPE).
P. ¿Cómo evalúa la situación sociopolítica actual?
L.F.C.: Estamos ante una situación crítica, nuestra democracia, aquella que nuestros padres recuperaron de manos de las dictaduras militares a principios de los años 80’, se encuentra muy amenazada. La Sentencia Constitucional Nro 084/2017 ocasionó una ruptura del Estado de Derecho y nuestro pueblo salió a las calles para hacer respetar su voto en el referéndum del 21 de febrero del 2016. Se vienen momentos claves en esta lucha por nuestra democracia, nuestro voto y por ende nuestro futuro.
P. ¿Qué aspectos positivos o limitaciones puede destacar en esta lucha de tres años por el 21F?
L.F.C.: Sin lugar a dudas, la convicción de nuestro pueblo, la unidad en torno a una causa tan noble como la democracia y la valentía de nuestros jóvenes y nuestras mujeres son los aspectos más sobresalientes y los que nos deberían hacer sentir a todos orgullosos de ser bolivianos.
Las limitaciones se evidencian en nuestra fragilidad institucional como Estado; la Sentencia Constitucional N° 084/2017 es un ejemplo claro de la falta de independencia de poderes y el sometimiento de todos los órganos del Estado al poder político.
Espero que el Tribunal Electoral Plurinacional esté a la altura de su investidura y haga respetar la decisión soberana del pueblo en el referéndum del 21F que ellos mismos administraron.
P. La defensa del 21F nació de las plataformas ciudadanas. ¿Es una acción innovadora que cuestiona a todo sistema político?
L.F.C.: Es la forma que la juventud encontró de manifestarse, de organizarse y a su vez sentirse plenamente representada. Luego, la ciudadanía volcó su apoyo a estos movimientos ciudadanos y las instituciones lograron articularse y fortalecerse con esta juventud hermosa y valiente que defiende su futuro.
Es evidente que el sistema político actual está en crisis, pero esa no es la única causa de la creación y consolidación de las plataformas ciudadanas. Las plataformas son la expresión pura del activismo ciudadano y la lucha por el 21F es eso.
P. ¿Le quitaron el rol, por ejemplo de los Comités Cívicos?
L.F.C.: Todo lo contrario, yo creo que esa juventud organizada en plataformas ciudadanas ha sido un importante aporte a nuestras instituciones, heridas por la persecución política, para poder ejercer nuestro importante rol dentro de una causa tan noble como la defensa del voto del pueblo. No nos olvidemos que en diciembre pasado las plataformas salieron a buscar a la institucionalidad, a exigir, a coordinar y finalmente a trabajar juntos por Bolivia. Un claro ejemplo es la última reunión cívica nacional, tras la que 8 regiones del país se encuentran articulando un paro cívico nacional, algo que no se daba hace muchos años.
P. ¿En estos casi tres años de aquel 21F, cuál ha sido el desempeño del Comité Cívico de Santa Cruz?
L.F.C.: El Comité pro Santa Cruz se fue levantando de los duros golpes y de la persecución política que sufrieron sus líderes. Con la ayuda de su gente, sus instituciones y las plataformas ciudadanas hoy se encuentra nuevamente en un rol activo y más fortalecido que nunca en la defensa de la democracia, de la libertad y del respeto al voto popular.
P. ¿Porqué esa gran manifestación ciudadana no logra encaminar un liderazgo propio?
L.F.C.: Debemos entender los resultados del 21F como el sentir democrático de un pueblo que sabe los riesgos de que las mismas personas estén en el poder mucho tiempo, que entiende la importancia del recambio como forma de preservar la democracia. El tema central no es el resultado del 21F, el problema es su incumplimiento. Nuestras autoridades no están respetando nuestro voto y eso es grave, muy grave, es quebrar la democracia en su esencia más básica, el voto y la decisión que recae en el pueblo.
Sobre la falta de un liderazgo propio de esta manifestación ciudadana, personalmente discrepo. Esta causa democrática que hoy tiene en las calles a los bolivianos ha generado muchos liderazgos nuevos; no se aglutina todo el movimiento en un solo liderazgo y es lógico, ya que es una causa de todos, con la que nos sentimos identificados con más o menos protagonismos, con más o menos participación porque pertenece a todos los bolivianos que queremos vivir en democracia.
P. Muchos pensaron que las plataformas podrían derivar en una opción política. ¿Por qué no se da tal hecho?
L.F.C.: Hay que diferenciar el activismo de la participación política partidaria. Hoy existe una causa democrática que levantó a jóvenes, mujeres y al pueblo boliviano. Ese activismo sin lugar a dudas genera y seguirá generando liderazgos nuevos; dependerá de ellos que esos liderazgos se trasladen a nuestras instituciones o se trasladen a la política.
Indistintamente son ellos quienes tienen que tomar esa decisión por voluntad propia, por vocación, no por una presión social para llenar un vacío o la real necesidad de un recambio político. No creo justo exigirles como sociedad más de lo que están haciendo hoy por hoy en las calles. .
P. En términos de nuevos liderazgos, la situación es dramática. ¿Qué hacer?
L.F.C.: Hoy vemos partidos políticos corriendo contrarreloj debido a que los plazos políticos y el cronograma electoral ha sido abusivamente modificado por la nueva Ley de Organizaciones Políticas promulgada el pasado 1 de septiembre.
Esta norma modificó considerablemente las reglas del juego de las Elecciones 2019, adelantando abusivamente los plazos electorales previstos, con la incorporación de la figura inconstitucional de elecciones primarias obligatorias y vinculantes, desconociendo la existencia de limitantes constitucionales.
Pese a todo esto, estamos ingresando a una etapa donde más que solo rostros nuevos, requerimos unidad, no como un concepto sino como una necesidad vital. Hoy los bolivianos exigimos unidad a todos los políticos que pretendan usar la bandera de la democracia y del 21F en este proceso eleccionario.
P. Usted ha enarbolado la defensa del 21F.¿No es momento decirle al país: aquí estoy?
L.F.C.: Hay muchas maneras de cumplir un rol en la defensa de la democracia, del 21F. Algunos lo harán en las calles acompañados de sus familias, otros desde una posición de liderazgo dentro de las plataformas ciudadanas o la institucionalidad, otros en la política partidaria.
Personalmente he asumido el desafío de trabajar por Santa Cruz y por Bolivia desde la dirigencia cívica y desde ahí sumaré mi esfuerzo para defender nuestra democracia, para defender Bolivia.
P. Este 8, el TSE dirá su palabra respecto al 21F, ¿se habrá cumplido un periodo de lucha ciudadana?
L.F.C.: Evidentemente la publicación de la lista de binomios finalmente habilitados para las elecciones primarias será un momento clave en esta lucha. Los vocales del Tribunal Electoral Plurinacional tienen la oportunidad y la responsabilidad de restaurar el Estado de Derecho, de hacer prevalecer la vigencia de la Constitución Política del Estado con la simple decisión de respetar los resultados de la voluntad popular expresada el 21 de febrero del 2016 en un referéndum que ellos mismos administraron.
P. ¿Será muy duro si el Organo Electoral viabiliza la repostulación de Evo Morales?
L.F.C.: Desconocer la voluntad popular es abrir la posibilidad de generar una convulsión social en el país en la que miles de ciudadanos retomen las calles con aún más fuerzas, como forma de protestar y defender su voto.
Como institución venimos rechazando y condenando la violencia y la represión. Todas las actividades que hemos promovido, organizado y apoyado han sido y serán pacíficas y evitando cualquier tipo de confrontación, pero los riesgos de que se produzca esta situación son muy altos y la responsabilidad recaerá en los vocales del TSE y en la soberbia de los dirigentes del MAS que siguen avanzando en su intento de habilitar a su binomio electoral desconociendo el voto del pueblo.
P. ¿Si el fallo fuera a favor del resultado del 21F, qué sensación dejará?
L.F.C.: Será un triunfo del pueblo boliviano, un triunfo de la democracia. Creo firmemente en que la causa del 21F prevalecerá por la fortaleza de la lucha de nuestro pueblo y por la convicción democrática que hemos demostrado los bolivianos en esta lucha.
Espero que esto se dé a través de la decisión del Órgano Electoral, pero no soy muy optimista y creo que aún nos falta librar varias batallas en esta lucha.
P. ¿Qué criterio le merece las alianzas rumbo a las primarias?
L.F.C.: Si bien es cierto que la Ley de Organizaciones Políticas modificó considerablemente las reglas del juego de las Elecciones Generales 2019, adelantando abusivamente los plazos electorales, creo que los partidos políticos tienen la obligación moral y la responsabilidad histórica de dar unidad a los bolivianos en torno a la defensa de la democracia y del voto del pueblo.
Esa es una exigencia de sus propios militantes, de la ciudadanía, de las plataformas, de las instituciones, de los activistas, de todos. Hoy tienen la obligación de asumir esa responsabilidad, sé que es una tarea muy compleja, pero aún tengo esperanza de que encontrarán el camino para hacerlo.
P. ¿Cuesta constituir una opción desde las plataformas?
L.F.C.: Todo tiene un proceso. No por sacar la fruta del árbol antes de tiempo significa que está lista para comer. Creo que se construirá algo nuevo de estos movimientos ciudadanos, pero deben seguir el curso natural de su propio desarrollo.
P. ¿No este el momento de edificar la nueva propuesta país?
L.F.C.: Yo creo que esa es una gran tarea pendiente; los bolivianos necesitamos soñar nuestro futuro y fijar el camino para conseguirlo. Debemos planificar el país que queremos para los próximos 50 años. Pero creo que este trabajo debe salir de la gente y de sus instituciones y debe ser recogido por las autoridades y los partidos políticos y no necesariamente al revés.
P. ¿El 2019, cuáles debe ser las claves para derrotar al MAS en las elecciones?
L.F.C.: Primero hay que dejar muy claro que esta lucha no es en contra del partido político en función de gobierno, que tiene todo el derecho de participar en las próximas elecciones, sino contra el binomio que el MAS está pretendiendo habilitar violando los resultados del voto del 21F y la Constitución que establece un máximo de dos mandatos constitucionales ininterrumpidos y no cuatro. De persistir el MAS en esa decisión, la unidad en torno a la defensa de la democracia y la voluntad popular debe ser el elemento central.
P. ¿Cuán inquietante se pone el país a partir del 2020?
L.F.C.: Miro al país con esperanza porque creo en nuestra gente. Los bolivianos hemos demostrado una vez más ser un pueblo valiente y democrático. Tengo también mucha esperanza en las nuevas generaciones, que han sido el puntal de la defensa del 21F y han salido a las calles a defender su futuro. En sus manos está Bolivia y eso me da esperanzas de que ese futuro será prometedor.
Lastimosamente hoy atravesamos una etapa en la que nuestras autoridades no quieren ceder el poder y eso es muy peligroso. Evidenciamos una concentración de poder político en muy pocas manos, sin independencia de los otros órganos del Estado y por ende sin los contrapesos que dan equilibrio al poder político.
Sin embargo, los bolivianos tenemos la convicción democrática y la valentía suficiente para frenar estos atropellos. Lo hicimos en las urnas el 21F, lo estamos haciendo en las calles y estoy convencido de que lo seguiremos haciendo hasta revertir esta situación y recuperar el Estado de Derecho.
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