Medio: La Razón
Fecha de la publicación: sábado 01 de diciembre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Si bien una elección sin opciones termina siendo formalidad ratificatoria, en el caso de las primarias el déficit democrático no parece estar tanto en el mecanismo, sino en sus protagonistas. En esencia este tipo de elecciones, como lo demuestra la amplia experiencia comparada en el mundo, contribuyen a la democratización interna en las organizaciones políticas. El problema de esta experiencia inaugural en el país es que los partidos políticos, todos ellos, están rezagados respecto al mecanismo. Acostumbrados, unos más que otros, a decidir a dedo, en la cúpula, por voluntad del señorío, les cuesta todavía asumir que desde ahora serán las militancias, con su voto, quienes elegirán a los binomios presidenciales.
Claro que en las inéditas primarias de 2019, vistas las candidaturas presentadas, el sentido será más bien de legitimación que de ejercicio decisorio. Pero es un primer paso, de transición. Cierto que tiene costos. Y allana el camino para la repostulación del actual binomio presidencial. Y requiere un padrón de militantes saneado. Pero sigue siendo una buena apuesta, con aprendizajes, de democracia interna.