Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: lunes 03 de diciembre de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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“¡Es un terco! ¡Es su obsesión! ¡Que se baje! ¡Eso ni la cara de Dios lo verás! ¡No tendrá carisma, pero tiene plata y por la plata baila el mono! ¡Es un desubicado, sabe que la dispersión del voto favorece al MAS! ¡Es funcional al MAS! ¡Te apuesto una a mil que Samuel no se baja y esperará hasta el último minuto para llegar a un acuerdo con los Demócratas! Con tal de ser candidato a presidente, ¡es capaz de vender su alma al diablo! Samuel sólo busca su beneficio personal, nada más”. Estos, algunos de los comentarios leídos y escuchados hasta antes de este miércoles 28 de noviembre del 2018 a las 16:30.
En un salón repleto de periodistas, faltando ocho horas para que se cierre la inscripción de candidatos a las primarias, Samuel leía un comunicado corto pero contundente: “Si antes tuve que poner en riesgo mi libertad para estar en primera línea del combate, lo hice con satisfacción y sin dudar, y (en el mismo sentido) hoy mi deber para con Bolivia es renunciar con desprendimiento a mi candidatura a la presidencia, por eso les comunico que ni yo ni Unidad Nacional nos presentaremos a las elecciones de 2019”.
Y seguía: “Como dije en varias oportunidades, debemos apoyar a quienes tengan mayores posibilidades para devolverle la plenitud de la democracia al país, esta (mi) decisión constituye un aporte a los frentes de oposición que se han formado en estos días”.
Dejando claro que no dejara la actividad política, cerró su discurso así: “Estoy convencido de que el pueblo boliviano encontrará la manera de liberarse de la mezquindad de un caudillo antidemocrático, estoy seguro de que los bolivianos volveremos a vencer a la opresión”.
Y así, esta fue la noticia que movió y marcó la agenda política de la semana anterior. Los comentarios y análisis de sorpresa y elogios en mass media y redes sociales se dispararon (sólo en FB 94 mil reproducciones) ¡Qué sorpresa! ¡Qué jugada! ¡Qué valiente! ¡Muy bien, eso mueve el piso a todos, especialmente al MAS, que apostaba a la dispersión! ¡Es de no creer! ¡Bien Samuel, una gran señal! ¡Los demócratas estiraron mucho la liga y se rompió! ¡Grande Samuel, mi admiración y respeto! Demostró una vez más qué es el amor al país lo que lo guía. ¡Gracias y felicidades! Con tu última decisión demuestras madurez política. Como dices, no te retires. ¡La historia te aplaudirá!
Más allá de los entretelones que llevaron a la ruptura de la Alianza Bolivia Dice No y que sólo los conocen sus protagonistas de Unidad Nacional y Movimiento Demócrata Social, ahora, ¿qué viene? ¿Cuáles los desafíos de Samuel?
Primero, ha establecido que no dejara la política y que, por tanto, no optará, como lo hacen cientos de viejos y nuevos millonarios, a amasar fortuna y disfrutarla sin importarle el país. Él seguirá en la defensa de la democracia. Segundo, estos 15 años de vida de Unidad Nacional, seguro lo llevarán a hacer una sería reflexión de los avances, retrocesos y logros que han tenido, tanto en los contenidos como formas de construir un partido.
Tercero, mas allá de las evaluaciones que debe hacer con sus militantes y gente cercana, la decisión de no postular, en este momento histórico, puede ser el reinicio que proyecte el nuevo liderazgo del empresario comprometido con su país. Así, podríamos hablar de un antes y un después.
Por ejemplo, un Samuel y su partido territorializado en los más de 300 municipios. Asentado en regiones y departamentos. Un Samuel forjando líderes y lideresas emergentes que no le teman a la libre empresa moderna, que respeten el medio ambiente y con alta responsabilidad social y cultural. Un líder impulsor y gestor de oportunidades de innovación. Forjando tanques de ideas, pero también tanques de inversiones en el desarrollo económico. Un partido que crece de abajo arriba impetuoso, abarcante e inclusivo.
Y por último, este paso tan importante que dio puede representar para Samuel una reinvención que lo haga más cercano a lo cotidiano y que, como lo ha hecho la anterior semana, nos vuelva a sorprender a los bolivianos.
“No sólo hay que tener un verdadero corazón de guerrero para adentrarse fuera del área del confort, sino que hay que tener ese mismo corazón para seguir avanzando en medio de la confusión y la oscuridad. Mantener el coraje, la confianza y la certeza absoluta de que algo valioso, aunque no lo veamos, está aflorando dentro de nosotros, es esencial” (Reinventarse, Mario Alonso Puig, 2016)
Ivan Arias Durán es ciudadano de la República de Bolivia