Medio: Jornada
Fecha de la publicación: viernes 30 de noviembre de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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No resulta sorpresivo que la oposición haya terminado aceptando participar en las Primarias que en determinado momento cuestionó, llevando binomios que, generalizando, será un mero trámite al existir una sola candidatura, por lo que pueden abocarse a una campaña electoral rumbo a octubre de 2019 con la debida anticipación.
El actual discurso opositor gira en torno a dos ejes principales: que Evo Morales-Álvaro García Linera no deberían ser candidatos, y el resultado del referéndum popular del 21/02/2016 (inclusive existe un frente que adoptó “21F” como denominativo), pero el Tribunal Supremo Electoral ya no podrá excusarse de pronunciarse sobre esta situación.
Tampoco es sorpresivo que la oposición no haya conseguido unidad en torno a un programa de Gobierno y que el simple criterio “anti Evo Morales” no haya imperado; más al contrario, hicieron hasta lo imposible para no unificarse y emplearon excusas (federalismo, modificaciones constitucionales, con este sí me uno, pero con este no), para acudir con sus propios candidatos.
Tratando de ver los temas de debate, tendrían que estar la corrupción y la administración de Justicia (que son los temas de siempre), economía e inversión pública, inversión extranjera dirigida, la profundización autonómica, protección a sectores vulnerables como mujeres, niños y animales, el cuidado del medio ambiente y desarrollo sostenible; sin embargo, y debido al efecto dominó que se ha generado en países vecinos, será ineludible hablar de ideología de género, matrimonio civil de personas del mismo sexo (incluyendo adopciones), aborto libre e irrestricto, y los candidatos deberán ser francos en sus posturas.
La mayor característica que se ha dado en los pasados comicios electorales, es que los diversos y dispersos candidatos de oposición han realizado únicamente críticas y críticas (que se entienda la redundancia), al oficialismo, sin dar lo que el votante quiere: una propuesta alternativa al Movimiento al Socialismo.
Entonces, y esperando que aprendan de los errores del pasado, que los candidatos den propuestas al pueblo; ya no las cansadoras críticas a los desaciertos gubernamentales que, honestamente, no les da rédito alguno. ¡Propongan!