Medio: El Deber
Fecha de la publicación: martes 12 de diciembre de 2017
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Muchos actores perdieron el libreto.
Una parte de Santa Cruz se enfrentó a sus circunstancias en un escenario desconocido, pues los movilizados, con su mismo hablar y picardía, pusieron radicalmente la crítica de manera imprevista y potente. Una causa nacional tuvo voz de jóvenes entusiastas y bullangueros.
Los empresarios, en genérico, fueron cuestionados por sus hijas y esposas por una conducta que critican dubitativa y pusilánime frente al poder. Santa Cruz nunca se rindió frente a la crisis y se repite que se ha mantenido al departamento como la locomotora del país. ¿Continuará la economía de la gente sometida irreflexivamente a la política?
En un exceso de confianza y hablando en nombre de los empresarios cruceños, la ministra López señaló que no están de acuerdo con un paro cívico porque a ellos les interesa trabajar y producir. Tuve la sensación que el Gobierno tampoco comprende lo que está pasando.
Un sector pretendió repetir el error de imponer un pensamiento único. Circuló una lista que descalificaba posiciones institucionales y otra reacción pretendió descalificar las palabras críticas de Paola Senseve y Liliana Colanzi. La corrección fue inmediata y contundente, pues como ya hemos vivido esa historieta y el compromiso de respeto por las ideas es consecuente, se dijo que los Torquemada del pensamiento no tienen cabida en esta nueva Bolivia. ¡A las ideas, ideas! Vinieron de Nakai Mirtenbaum: "Nuestro objetivo principal es el retorno a la democracia y ese retorno nos necesita preparados para resistir, no para reaccionar con acciones impulsivas de corto plazo".
El movimiento ha logrado su objetivo, desconcertar a propios y extraños. Por los actores y por lo que proponía, hubo adhesiones y descalificaciones "a la boliviana", graciosas y desubicadas. De lo ocurrido, nos queda una agenda nacional: respeto al voto y a la validez del referéndum del 21-F. Rechazo militante al fallo del Tribunal Constitucional. Respeto al voto nulo en las elecciones judiciales. No a la reelección del presidente Morales. Cuestionamiento frontal a posiciones tibias con la defensa de la democracia.
Y de buen genio, que es lo que desconcierta más...