Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: jueves 29 de noviembre de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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No duró ni un mes. La alianza entre Unidad Nacional (UN) y el Movimiento Demócrata Social (MDS), bautizada como Bolivia Dice No, naufragó. El empresario Samuel Doria Medina decidió desistir por incompatibilidad de estrategias, mientras que Ernesto Suárez lo definió como un acto de cobardía política.
El martes por la noche, Doria Medina, exministro de Planeamiento, intentó por última vez mantener la alianza con el MDS al ofrecer su apoyo al gobernador Rubén Costas para que se postule a la Presidencia. Sin embargo, el ofrecimiento fue rechazado con el argumento de que se debía apostar por una candidatura joven y remozada.
Horas antes de que ayer se cerrara la inscripción de los binomios presidenciales para las primarias, el empresario convocó una conferencia de prensa en la que se limitó a leer un documento.
Mientras sus ojos ‘pimponeaban’ entre el papel claro y las cámaras, Doria Medina anunció lo que él definió como una de las decisiones más difíciles que debía asumir: “Ni yo ni Unidad Nacional nos presentaremos a las elecciones de 2019”.
Luego de alegar la “incompatibilidad de estrategias” con el MDS, el empresario hotelero indicó que se verá la “forma legal de desvincularse de la alianza Bolivia Dice No”.
Ante la decisión, el Comité Ejecutivo Nacional del MDS, que se reunía en un hotel de La Paz, delegó al vicepresidente del partido, Ernesto Suárez, para que dé la respuesta al exministro de Jaime Paz Zamora.
“La decisión de Unidad Nacional de solicitar la disolución de la alianza supone, además de un acto de cobardía política, una falta de respeto a los compromisos escritos y una burla a la democracia”, dijo Suárez en su lectura de un documento de 10 puntos emitido por el MDS.
Luego fue aún más duro con el empresario y, aunque no lo mencionó, dijo que no puede ser que quien pedía que se elija a los binomios por el voto, ahora se retire.
“Resulta que cuando llega la hora de jugar deciden no hacerlo porque no son ellos los llamados, agarran la pelota y se van”, criticó el exgobernador que en 2014 se postuló a la vicepresidencia por la alianza Unidad Demócrata (UD), que tuvo como aspirante a la presidencia a Samuel Doria Medina.
Pero además de ello, el exgobernador beniano negó la posibilidad de anular la alianza, como se había propuesto UN, y confirmó la presentación de un binomio para las primarias.
Mientras ello ocurría en un hotel de La Paz, el delegado de UN, Francisco Aramayo, presentó una nota al Tribunal Supremo Electoral (TSE) en la cual solicitaba la disolución de la alianza Bolivia Dice No.
Sin embargo, el TSE —a través de la providencia TSE/SC N° 089— determinó no dar curso a la solicitud porque “no cumplía” con las causales de disolución establecidas en la Ley 1096 de Organizaciones Políticas y en al acta constitutiva de la alianza.
En efecto, el artículo 57 de la Ley de Organizaciones Políticas señala que una alianza es anulada por acuerdo de los partidos, por cumplimiento del plazo acordado o porque el objetivo fue materializado.
En tanto que el acta de Bolivia Dice No establece como causal de disolución que una de las partes así lo decida, pero que la anulación sólo “será posible después de culminadas las elecciones primarias y generales de 2019”.
Amparado en ello y en el artículo 48 de la Ley 1096, que establece que las organizaciones políticas que conforman una alianza mantienen vigentes sus personalidades jurídicas, el MDS determinó presentar a su binomio en el marco del denominativo Bolivia Dice No.
Así presentaron a los senadores Óscar Ortiz y Edwin Rodríguez como postulantes.
En medio de todo, Doria Medina anticipó a la red Unitel que respaldará la candidatura del expresidente Carlos Mesa —que es postulado por la alianza Comunidad Ciudadana, integrada por el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI) y la agrupación paceña Soberanía y Libertad (SOL.bo)— en tanto tenga el apoyo de la población.
Analista: Primaron los intereses personales
El analista Saúl Paniagua señaló que el quiebre entre Unidad Nacional (UN) y el Movimiento Demócrata Social (MDS) muestra que “nunca hubo un acuerdo” por los intereses nacionales.
“Se confirma que priman los intereses personales de coyuntura, de qué me das, qué te doy, ¿y dónde está nuestro país?”, cuestionó.
En tanto, el primer vicepresidente de la Cámara de Diputados, Lino Cárdenas (MAS-OPSP), dijo que la separación era algo predecible. “Lo que tenían en disputa tanto Unidad Nacional como el Movimiento Demócrata Social eran interese personales y de grupo, y no había un núcleo unificador de visión de país”, fundamentó.
Mientras que para el diputado de Unidad Demócrata (UN) Luis Felipe Dorado, la alianza Bolivia Dice No “estaba predestinada a perder”.
Por su parte, el expresidente Jaime Paz Zamora aseguró que ese pacto nació débil: “Yo dije alianzas pegadas con alfileres, incluso dije, popularmente, alianzas pegadas con moco”.