Medio: El Deber
Fecha de la publicación: lunes 26 de noviembre de 2018
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Consultas en materia hidrocarburífera
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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“La otorgación de licencias medioambientales es el último escollo administrativo al que tienen que recurrir las compañías para después poder realizar operaciones con libertad. Nos llama la atención, nos preocupa mucho que la Subcentral Tariquía no haya sido convocada o haya podido participar de ninguno de los procesos de consulta para la otorgación de estas licencias ambientales”, señaló Jorge Campanini, investigador especialista en industrias extractivistas.
De acuerdo al experto, que fue entrevistado por radio Santa Cruz, los proyectos Domo Oso, Churumas y Astillero, que recibieron la licencia ambiental por parte del Ministerio de Medio Ambiente, se encuentran al interior de la reserva natural, lo que terminará afectando directamente el ecosistema del lugar y la vida de las comunidades indígenas.
Por ejemplo, “el proyecto Churumas (contempla) una perforación y una intervención de pozo que va a realizar la empresa YPFB Chaco, y coincidentemente está ubicado en la zona núcleo o corazón de la reserva, zona intangible, donde teóricamente no se puede hacer ninguna actividad extractiva”, aseguró.
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Calificó de “política agresiva” la determinación del Ministerio de dar las licencias sin “tomar en cuenta la voz de la gente que vive ahí dentro”.
El Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib)también alertó que el proyecto Churumas amenaza el corazón de la Reserva Tariquía, y que a pesar del rechazo de las comunidades a la actividad petrolera la exploración avanza.
“Hay un proyecto que es la intervención y perforación de pozos en la zona núcleo o intangible de la reserva que es el proyecto Churumas, que está a cargo de Chaco S.A, y por lo visto va viento en popa”, aseveró Jorge Campanini, investigador de Cedib.