Algunos lo tomaron a broma y solo atinaron a eliminar su nombre de la lista del partido en cuestión, otros protestaron, pero el hecho causó susceptibilidad en la población de que pudiera existir algún tipo de fraude electoral en los comicios de octubre del año 2019.

Hubo reacciones que corresponden a personas como Felipe Quispe "el Mallku", que amenazó con impugnar la candidatura del binomio del Movimiento al Socialismo (MAS), al haberse visto inscripto en las filas del partido azul, lo cual provocó que desde las filas del oficialismo acusaran a esos ciudadanos de haberse afiliado a su tienda política sólo para lograr dicha impugnación.

Otra situación que causa susceptibilidad y la creencia del peligro inminente de un fraude electoral, es el hecho de que haya un padrón, avalado por la Organización de los Estados Americanos (OEA), que sin embargo presenta nombres de personas ya fallecidas, y del hecho de que hubo ciudadanos que se presentaron a sufragar con el nombre y número de cédula de algún difunto.

El que se haya avalado ese padrón, luego de haberse realizado un auditoría por parte de la organización internacional, pero que sigue mostrando deficiencias, provoca suspicacia y la gente ya no sabe en qué creer.

También mueve a la sospecha la rápida aprobación de la Ley de Organizaciones Políticas, y las elecciones primarias, además de los plazos otorgados para la presentación de binomios, que es condición sine qua non para participar en las justas electorales de octubre del próximo año. 

Pero lo que más suspicacia provocó la aprobación de dicha norma fue que se pudiera habilitar al binomio del partido gobernante, con la condición de que únicamente miembros de su propia tienda política puedan impugnarlos, ya que en la ciudadanía quedó un sabor a medida forzada ante la pérdida que sufrieron en el referéndum del 21 de febrero de 2016, por el que no se habilita al binomio para una re postulación a la presidencia y vicepresidencia; el incumplimiento a ese resultado movió a colectivos ciudadanos en las diferentes ciudades del país, pidiendo que los mismos sean respetados, pues dicho sea de paso, los gobernantes, como son el Presidente Evo Morales y su segundo al mando, Álvaro García, pr ometieron cumplir, mas, "por decisión del soberano" optaron por pisotear esos resultados y que "el pueblo", al que dicen escuchar, solo son quienes ondean la bandera azul, blanco y negro de su partido. 

Lo que ha demostrado hasta el momento el gobierno de turno, es que hace promesas sólo para incumplirlas y que, si la ley no se acomoda a su forma de proceder en cualquier asunto, "para eso tienen abogados", quienes les sacarán de problemas, por eso también cooptaron instituciones como el poder Judicial, las cortes de Justicia y Electoral, hoy denominados como tribunales.

Bajo estas condiciones, quién puede asegurar que no haya peligro de un fraude electoral y que se respetará la democracia que le ha costado al país lágrimas, dolor y sangre recuperar, pero Bolivia merece que todos sus ciudadanos, gobernantes o no, respeten las leyes, pues, aunque la justicia no es perfecta sí es perfectible.