Frente a ese desbarajuste, como señalan varios analistas, lo prudente sería suspender las elecciones primarias o como otra alternativa postergarlas, en tanto el Tribunal Supremo Electoral solucione el proceso de urgente limpieza en los registros de ciudadanos que tiene a su cargo y los que corresponden a las listas que entregaron las entidades políticas. 

Pero el análisis frío y objetivo sobre las elecciones primarias, las primeras que se realizan en el país, no tendrán ningún sentido de orden democrático, como supuestamente se pretendía para dar paso a que militantes de las agrupaciones registradas legalmente puedan optar entre dos o más postulantes entre candidatos a presidente y vicepresidente para que por mayoría de votos sean los candidatos con verdadera representatividad partidaria.

A la fecha, transcurridos varios días en el calendario electoral, resulta que en ningún partido y menos en el oficial, hay postulantes entre los que se busquen opciones por diversas circunstancias, ideológicas, programáticas, experiencia e inclusive carisma del o los candidatos. No pasa nada y algunos frentes y alianzas no están pudiendo formar un binomio, de donde se desprende que en ningún caso se justifican primarias si los "únicos" candidatos nominados serán sólo ratificados por el voto, en un proceso de inutilidad eleccionaria…pues lo más simple correspondía convocar candidatos para las elecciones de enero próximo.

Sin embargo y al no vislumbrarse alguna solución "legal" al problema vigente, este próximo miércoles vence el plazo para la presentación de candidaturas a la presidencia y vicepresidencia del país, y como lo repetimos no hay ninguna opción para que militantes de partidos elijan de manera objetiva entre candidatos que se postulan en sus diferentes partidos, ¿entonces para qué las primarias? Es la interrogante que no tendrá respuesta objetiva y legal.

Dirigentes cívicos le encuentran una motivación al proceso señalando que "las primarias sirven para justificar gastos del Estado en el orden de 27 millones de bolivianos", pero en la formulación seria, está claro que en ningún partido o alianza se presentarán más de dos candidaturas internas, ni en el frente oficial, cuyo ejemplo pudo ser de motivación expresa para justificar elecciones primarias.

No está nada dicho, puede suceder lo inverosímil, especialmente conociendo lo que en los días próximos determine el TSE, sobre los partidos, los candidatos y el respeto a la Constitución, entonces podrían darse cambios en el proceso eleccionario, estableciendo la participación legal de candidatos y su expresa habilitación para las elecciones de enero de 2019.

Si bien, hay quienes defienden el proceso, hay muchos más que lo rechazan tomando en cuenta que "algo ha fallado" o no se ha entendido la libre intención de permitir a militantes políticos elegir a sus mejores representantes en unas primarias inéditas en nuestro medio y cuya inutilidad se observa actualmente, lo que no significa que pueda recuperarse la inversión perdida, ni menos se fortalezca la democracia.