Medio: El Día
Fecha de la publicación: sábado 24 de noviembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Eduardo Gutiérrez Monasterios, representante de la plataforma SOS Bolivia, describe estos casi tres años de lucha, ante la tozuda posición del MAS de forzar la reelección del presidente Morales en las justas del 2019.
P. ¿Qué balance hace a este periplo en defensa del 21F?
E.G: Esta lucha ha sido y sigue siendo una de resistencia. No era una carrera de 100 metros, sino más bien una prueba de largo aliento. Se ha puesto de manifiesto el grado de convicción y compromiso de cada activista y del pueblo con los ideales democráticos que pretendemos reivindicar. El mayor logro ha sido mantener en vigencia el 21F a pesar de que todo un sistema político deseaba que desaparezca, en esto, la participación ciudadana ha sido vital, que es otro punto alto de la lucha, que de mantenerse (la participación ciudadana activa) puede cambiar la forma de hacer política en el país.
P. ¿Cómo nació la iniciativa de las plataformas?
E.G: Nacen porque los partidos dejaron de ser esa organización que resuelva los problemas de la sociedad. Dejaron de ser un interlocutor válido entre la sociedad y el Estado porque ellos se distanciaron del pueblo, lo negociaron y con ello perdieron la confianza y la representación. Es por esto que las plataformas surgen de manera espontánea y la ciudadanía buscó la forma de cómo agruparse para defender sus intereses alejado de los partidos, cuidándonos de que nos vuelvan a utilizar o negociar.
P. ¿Cuáles fueron las limitaciones en todo este tiempo?
E.G: Lo principal creo que ha pasado por distribuir las actividades normales de cada persona con el activismo político que demanda mucho tiempo y esfuerzo. Fue difícil balancear, entre traer el pan a la casa, dedicar el tiempo en familia y luego asistir a las reuniones y actividades para luchar por el respeto a la democracia.
Lidiar con la inexperiencia política ha sido otro factor clave de la lucha ciudadana pero que creo al final de cuentas hemos terminado enriquecidos todos aquellos que hemos tomado parte en este camino del activismo. Finalmente, el tema económico siempre ha sido complicado, pero gracias a Dios el pueblo siempre ha apoyado y sigue apoyando. Hoy, por ejemplo, gracias a Dios y al pueblo es que la “Marcha por la Democracia” desde Konani hasta La Paz está a punto de ser una realidad.
P. ¿Qué fortaleza se puede destacar?
E.G: La profunda convicción de aquello por lo que se lucha. ¡Definitivamente hay un pueblo sediento de libertad, justicia y democracia!.
El boliviano desea vivir en un país moderno, con oportunidades para todos y no solo para aquellos que se arriman a los que ostentan temporalmente el poder. El boliviano desea un país en unidad, donde ninguno falte, un país donde se pueda construir el bienestar y esto necesariamente pasa por mejorar la salud, educación y mejores oportunidades económicas para todos. Trabajo digno, vida digna, vivienda digna. Para esto se necesita un cambio ético muy profundo y esto no se consigue eternizando a dos personas en el poder. Por el contrario, la alternancia, la independencia de poderes y el fortalecimiento de la institucionalidad son principios democráticos que representan una luz de esperanza para alcanzar los sueños y anhelos que tenemos los bolivianos y es por esto que creo que nuestra lucha es fuerte.
P. ¿Los reclamos a nivel nacional e internacional fueron escuchados?
E.G: A nivel nacional todo está cooptado por el oficialismo y a nivel internacional los intentos son más de carácter enunciativo que otra cosa. Ahí está Venezuela, por ejemplo. Ante la innegable realidad de los hechos vemos que aún ese pueblo hermano no puede salir de su pesadilla y la cooperación internacional ha sido más humanitaria que de otra cosa, insuficiente. Esto hace que nuestro panorama no se vea muy alentador si miramos a la ayuda que pueda venir de afuera. Seguimos luchando y cada esfuerzo vale la pena, ninguna acción puede ser descartada o menospreciada, todo suma.
P. ¿Por qué las plataformas no se abren como nueva opción política y de liderazgo?
E.G: Creo que nuevos líderes hay, y con tremendo potencial e influencia. Prueba de ello es que hoy todos los partidos y candidatos buscan a como dé lugar estar vinculados o tener en sus filas a líderes de plataformas ciudadanas, pero lastimosamente la mayoría no lo hacen con la intención correcta. Muchos no necesariamente buscan darles espacio a los jóvenes sino más bien utilizarlos para generar simpatía en el electorado. Algunos llegan incluso a decir que no se conciben a sí mismos sin las plataformas ciudadanas, algo que a mi parecer es tan falso como decir que Evo Morales respeta los principios democráticos.
P. ¿En lo pronto, Eduardo Gutiérrez se avizora como líder?
E.G: Yo me veo igual que ahora, luchando por la democracia, luchando contra la injusticia. El liderazgo para mí es una consecuencia de voluntad, pensamientos y acciones que muestra una persona y que el pueblo puede o no reconocer.
P. ¿Con la decisión del TSE, el 8 de diciembre, se habrá cumplido una etapa?
E.G: Si el Tribunal Supremo Electoral falla a favor de la voluntad del pueblo expresada mediante un referéndum que de acuerdo a ley es irrevisable, irrepetible, de carácter vinculante (cumplimiento obligatorio) y además que no puede ser anulado por ninguna causa y ante ninguna instancia entones si, acabaría un periodo. Si el fallo es contrario a lo determinado por el pueblo la lucha continuará, pero probablemente con otros condicionantes.
P. ¿Si pasa lo último, será una desazón total?
E.G: El Órgano Electoral, como cualquier otro poder del Estado, está sometido al ejecutivo. Hoy la lucha es del pueblo que tiene por un lado la legalidad, la verdad y la legitimidad vs. un gobierno que se ha desenmascarado y que está a punto de pasar un límite sin retorno, el de la dictadura. Quien puede más, el poder del Estado controlado por un grupo minúsculo que no quiere dejar el poder o la voluntad soberana del pueblo que hoy se encuentra luchando para que el Gobierno entienda que su poder se limita al que le otorga el pueblo y que le dijo NO a la reelección indefinida. El luchar no es un fracaso, el no luchar sí lo es.
P. ¿Si se da fe al 21F, será triunfo de las plataformas o la ciudadanía?
E.G: La lucha es de todos, pero sin duda que la ciudadanía y las plataformas ciudadanas serían los principales responsables.
P. ¿En ese caso se podría concebir una opción política?
E.G: La propuesta política nace en función de la realidad histórica que vive el país. El MAS tiene un discurso desacreditado, agotado, desgastado y sin futuro. La vieja oposición se aferra a tiempos que nunca más deben volver.
P. ¿Qué criterio le merece las alianzas previas a las primarias?
E.G: La alianza entre el FRI y Sol.bo refleja una élite paceña que se lleva muy bien con el Gobierno. Un flaco favor se hizo Unidad Nacional al aliarse con un partido como Demócratas que pretendió vender algo que no es, los demás no se lo compraron y ahora están en problemas. La gestión opositora de la bancada de UD en este periodo de 2014 a 2019 ha sido tan pobre, tan mala, que gente sin experiencia y sin sueldos del Estado como las plataformas ciudadanas los han sobrepasado y se han convertido en la verdadera oposición del Gobierno. Definitivamente no quisiéramos ver más de lo mismo otros 5 años más y lamentablemente eso es exactamente lo que están proponiendo.
P. ¿Hay alguna esperanza en esas alianzas?
E.G: Creo que mejor chance tienen los que no están en alianzas. Son más creíbles y dependiendo de cómo conformen sus equipos podrían llegar a crecer.
P. ¿Cuesta constituir una opción desde las plataformas?
E.G: Todo tiene un proceso. No por sacar la fruta del árbol antes de tiempo significa que está lista para comer. Creo que se construirá algo nuevo de estos movimientos ciudadanos, pero deben seguir el curso natural de su propio desarrollo.
P. ¿El financiamiento es de las limitaciones?
E.G: Siempre ha sido un problema, pero también no es menos cierto que con la visión viene la provisión.
P. Según analistas, los nuevos líderes se verán en las subnacionales del 2020. ¿Es así?
E.G: Espero que así sea. Bolivia necesita nueva sangre política. El pueblo requiere de una renovación de ideas, una mentalidad distinta que esté alejada de las viejas prácticas políticas que tanto daño le han hecho a este país. Creo que es la oportunidad de que cambie de una buena vez la forma de hacer política y devolver la esperanza a un pueblo que tiene que ocuparse de trabajar, producir, vivir y ser feliz.
P. ¿Qué tan preocupante se viene para el país a partir del 2020?
E.G: Bolivia tendrá que recorrer el camino que la historia le ha preparado pero nuestra esperanza es que con el MAS se vaya el último partido que se dedicó a vivir del Estado engañando y robando a los bolivianos. Creemos que vienen nuevos y mejores tiempos donde el pueblo boliviano por fin encuentre ciudadanos que estén dispuestos a hacer política y no politiquería.
'Bolivia necesita nueva sangre política. El pueblo requiere de una renovación de ideas, una mentalidad distinta que esté alejada de las viejas prácticas políticas'.