Medio: El Día
Fecha de la publicación: lunes 26 de noviembre de 2018
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Consultas megaproyectos
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Por ese hecho desafiaron al Gobierno con exigir y hacer respetar sus derechos ante cualquier amenaza persistente. Además, anticiparon con seguir denunciando a viva voz, ante los organismos e instancias internacionales sobre los atropellos al cual están siendo sometidos los pueblos indígenas, solo por oponerse a los proyectos extractivistas y por exigir el respeto a sus derechos por parte del gobierno de Evo Morales.
“Exigimos al Gobierno la anulación total de las intenciones de llevar adelante cualquier actividad, referente a las megaconstrucciones de represas, destinadas a la generación de energías, entendiendo y respetando nuestra preexistencia”, señaló Valentín Luna, presidente de Mancomunidades de los pueblos indígenas de Chepete-El Bala.
Un encuentro vital. La cita fue en el estrecho de El Bala, a 15 kilómetros al suroeste del municipio de Rurrenabaque, perteneciente a la provincia Ballivián del departamento del Beni. Hasta allí llegó El Día, en ese lugar los dirigentes junto a las mancomunidades indígenas recordaron dos años de la expulsión de la empresa italiana Geodata y la salida del lugar, el 21 de noviembre de 2016 de la concesionaria Servicons, que hasta entonces era la encargada de hacer los estudios en la zona.
“Manifestamos al país y al mundo nuestra convicción de lucha inquebrantable, defendiendo nuestros derechos legítimos e irrenunciables, nuestros territorios, creyendo firmemente, que la unidad permite y asegura la existencia de los pueblos libres”, señaló Domingo Ocampo Wasna de la comunidad Torewa integrada por Mosetén y Tsimane.
Por su parte, Alfredo Nai, representante de la comunidad Tacana, señaló que el proyecto hidroeléctrico no es para nada amigable con la coexistencia de la naturaleza de los parques naturales del Madidi y la reserva de Pilón Lajas, donde el proyecto del Gobierno pone en riesgo la biodiversidad, la conservación natural para las futuras generaciones, más aún cuando esa zona es un paraíso natural del país, único en el mundo por sus grandes condiciones de preservación de flora y fauna aún existente.
“Nosotros los de las tierras bajas somos parte de este país y por ello exigimos respeto a nuestros derechos. No le pedimos nada más que respeto a nuestro hábitat, donde por miles de años los indígenas de tierras bajas hemos vivido en armonía con la madre naturaleza. Y si esto se llega a concretar, qué va a ser de nosotros. Si Evo dice que es un indígena, entonces que nos respete”, expresó.
En un acto sencillo y con la emisión de una resolución, los pueblos indígenas afectados por el anunciado proyecto del Gobierno de Chepete-El Bala, hicieron conocer su voz de protesta contra la millonaria inversión del ejecutivo que los tiene amenazados no solo con una inminente expulsión de sus tierras, sino con una grave violación al medio ambiente, a los derechos y la supervivencia de los pueblos indígenas de la zona, que hasta hoy han vivido por siglos en armonía con la naturaleza.
Además, los dirigentes en contacto con El Día, denunciaron también que ellos son víctimas de un sistemático chantaje del Gobierno con actos prebendales, compra de dirigentes y creación de entidades paralelas. Expresaron que el Gobierno arremete con sus deseos extractivistas con la oferta de proyectos de instalación de escuelas, postas sanitarias, electricidad, agua potable a cambio de que los pueblos indígenas acepten ceder sus derechos para viabilizar el megaproyecto.
“Es que es inconcebible, no pueden ofrecernos beneficios como escuelas, postas, electrificación a cambio de su megaproyecto, cuando esos temas son obligación del Estado dotar a su pueblo y en este caso a los pueblos indígenas de todos esos servicios como así lo merecen todos los habitantes de este país. Eso es para nosotros un chantaje perverso el que nos proponen. Es que los derechos no son negociables, más bien deben respetar nuestros derechos y protegerlos”, expresó Ocampo.
Por los altos impactos que podría implicar la millonaria inversión del Gobierno no solo a los pueblos indígenas, comunidades y municipios aledaños de la zona sino del país entero, bajo el objetivo de generar energía con el fin de exportar a países vecinos como el Brasil, los reunidos en El Bala solicitaron al pueblo boliviano y los ciudadanos del mundo, a sumarse a la lucha, en respeto a sus derechos, sus territorios, y el medio ambiente de todo el territorio nacional:
Apuntes
Mancomunidad. Los reunidos en el estrecho de El Bala, fueron Villa Alcira, San Miguel, Torewa, Charque, Gredal, Bisal, San Bernardo, Agua Clara, San Luis Grande y San José de Uchupiamonas del departamento de La Paz; Carmen Florida, Real Beni, Sany, Embocada, Asunción del Quiquibey, Corte y San Luis Chico, del departamento del Beni.
Reunión. Fue en el estrecho del Bala, puesto de control del Parque Nacional Madidi, Territorio Indígena del Pueblo Tacana, jurisdicción del municipio de San Buenaventura, Provincia Abel Iturralde del departamento de La Paz.
Presentes. A dicho encuentro asistieron representantes indígenas del país como: Tomás Candia, de la CIDOB Orgánica; Matilde Noza, representante del TIPNIS, representante del CIPTA, Guardaparques del Parque Nacional Madidi, personas benefactora como Waldo Valer que asistió con medicamentos ropa y alimentos a los pueblos indígenas de la zona.
Recuerdo. El año 2016, el Gobierno decide llevar adelante, los estudios para el proyecto a diseño final de las megarrepresas Chepete-Bala, y para este objetivo contrata a la empresa italiana, Geodata.
Motivo. Por esa situación, las comunidades que forman parte de la Mancomunidad de Comunidades de los ríos Beni, Quiquibey y Tuichi, deciden llevar adelante una vigilia estratégica, que ha permitido el control de los movimientos de Servicons, empresa sub contratada de Geodata para realizar los estudios mencionados.