Según Martínez, la complejidad del proceso estuvo relacionada por la fusión de dos circunscripciones (nacional y departamental) y la elección de varias autoridades. 

A ello se sumó la realidad decepcionante de lo que significa la crisis estructural de la justicia y por último el fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional, que se conoció antes del proceso eleccionario.

A pesar de esas adversidades, la autoridad de Estado señaló que se evidencia que en este  proceso eleccionario judicial,  a diferencia del anterior, hubo  una mayor participación. 

“Eso supone que el gran ganador de ese proceso eleccionario es el país, es la democracia, porque se incorporó a una nueva generación de votantes”, afirmó.

Martínez destacó la participación de una nueva generación de bolivianos que en su criterio “no ha hecho fuego de ese fuego cruzado de una oposición política que intentó plebiscitar este proceso eleccionario con convocatorias a movilización, a violencia, a marchas de protestas, para no sólo marcar la nulidad en el voto, sino para anular el proceso eleccionario”.

Ante ese panorama, señaló como gran perdedor a la oposición boliviana, que “intentó hacer fracasar el proceso eleccionario con presagios adelantados de una participación 70-30, y está muy lejos de cumplirse y que los resultados que se muestran difieren de aquel deseo”.