Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: sábado 24 de noviembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Parece que el señor Presidente confía superar de algún modo el veredicto popular que el 21 de febrero dijo No a su pretensión de postular a una cuarta reelección y está seguro de ser candidato sin dejar el mando presidencial ni un solo día antes del sufragio.
Agotados sus argumentos electorales del pasado, cuando ofrecía proceso de cambio en favor de los más necesitados y reivindicaciones de pueblos originarios excluidos, ahora que masivamente la juventud se siente frustrada por falta de empleo, y los pueblos originarios pierden sus bosques, que se convierten en cocales, y lloran sin remedio en sus ríos enajenados, ahora que están en continuas marchas en defensa de su territorio, el señor Presidente candidato opta por enarbolar la bandera de la salud gratuita para recuperar apoyos perdidos.
Los médicos que luchamos para que el cuidado de la salud sea un derecho de todos, porque ningún enfermo quede sin atención por falta de dinero y nadie muera por falta de auxilio médico oportuno, tendríamos que alegrarnos porque a partir del 1 de enero de 2019 habrá servicios de salud gratuitos para todos, igual para las madres que buscan cura para la diarrea de sus niños, como para los hijos que quieren liberar a sus madres del cáncer de mama con una intervención médica oportuna. Pero, infelizmente, ni en período electoral llueve maná del cielo a voluntad de un ser humano, por poderoso que sea.
Un Seguro Universal de Salud tiene muchas virtudes, pero su implantación demanda conocimiento del tema, financiamiento estable y sincera voluntad política. El ambiente que rodea a la oferta no da mucha esperanza. El sueño del derecho a la salud ha dormido como letra muerta de la Constitución Política del Estado desde su aprobación, al comienzo de la gestión de este gobierno y es difícil que despierte con brío inusitado y se haga realidad dentro de un mes, y medio.
Casi 13 años de gobierno del MAS muestran un desbalance entre el PIB, que creció más de seis o siete veces, a partir del aumento del precio de las materias primas que exportamos, y los indicadores de desarrollo social, que mejoraron pero tan poco aún así seguimos en los últimos lugares del continente. El Gobierno dispone de palacios faraónicos, aviones de lujo, helicópteros y satélites que no contribuyen con nada al bolsillo vacío de la mayor parte de la gente.
La Constitución Política aprobada por este régimen, en su artículo 18 menciona el Sistema Único de Salud. Casualmente tiene la misma sigla SUS que el Seguro Universal de Salud. La oferta presidencial, deliberadamente o no, confunde seguro con sistema, pero el pueblo tiene que informarse para exigir su cumplimiento.
Los seguros en general, para los ideólogos del Socialismo del Siglo XXI, son mediatizadores de la lucha de clases e instrumentos del capitalismo para mantener sus privilegios, por eso prefieren el sistema estatal, que no es un seguro autónomo, sino una función que asume el Estado y la financia con fondos del presupuesto nacional.
En concordancia con el régimen totalitario, es no sólo universal, sino único. No cabe a su lado otra institución parecida. De ahí el conflicto con las cajas que frustró un anterior intento de optar por este sistema estatizando los recursos de los seguros sociales.
El Seguro Universal es diferente. Previo un cálculo matemático y un estudio demográfico y epidemiológico se elabora un presupuesto necesario y suficiente. Con esta base se planifica la creación de impuestos, la participación de regalías u otras formas de obtener los fondos necesarios para financiar el cuidado médico con algo de autonomía.
La oferta electoral del Presidente de construir hospitales para el cáncer, de asignar fondos estatales directamente, además de ser insuficientes para un seguro, corresponde a un sistema estatal más acorde con la ideología masista, más clientelar para la ocasión y sin nada que se asemeje siquiera a un seguro universal. ¿Lobo estatizador con piel de cordero para devorarse después las cajas de seguro?
Javier Torres-Goitia T. fue Ministro de Salud.