Sin embargo, para el sociólogo Juan Carlos Pinto en el contexto nacional no existe una organización política que tenga el espectro que posee el MAS-IPSP. “Con su aparición ha barrido con todos los partidos nacionales y ha generado que en los 339 municipios del país exista presencia del MAS-IPSP y en 287 como alcaldes, y en los concejos municipales, y eso no se llama autoritarismo, se llama democracia”, manifestó.
En las subnacionales, según Pinto, el partido en función de gobierno no sólo tiene la posibilidad de mantener los espacios logrados, sino ganar las gobernaciones restantes, para lo cual tendrá que escoger candidatos o candidatas más reconocidos en cada una de las regiones.
Considera que se debe trabajar para que el MAS-IPSP logre ganar en los municipios de La Paz y El Alto, así como en los de Cochabamba y Oruro, donde sus alcaldes, José María Leyes y Édgar Bazán, respectivamente, están suspendidos por estar implicados en el negociado de las mochilas chinas, y las posibilidades de acceder a esas comunas están dadas.
Para Pinto, se debe tomar en cuenta que la oposición, en dichas ciudades, tendrá que pugnar no sólo a partir del descontento, sino de la propuesta e incidencia del MAS-IPSP.
Revilla y Costas
En ese contexto se debe considerar el futuro político de dos de los principales dirigentes regionales del país: Luis Revilla Herrero, alcalde de La Paz y líder de Soberanía y Libertad (SOL.bo), y Rubén Costas Aguilera, gobernador de Santa Cruz, del Movimiento Demócrata Social (MDS).
Revilla no participará ni en las primarias ni en las elecciones de 2019 y anticipó que tampoco lo hará en 2020, en las subnacionales. Además, su intención de que SOL.bo se convierta en una organización política nacional no prosperó, por el rechazo del Tribunal Supremo Electoral (TSE) a su trámite por irregularidades en los registros de militantes.
En tanto que Costas no descarta habilitarse para las primarias, después de reeditar su alianza con Unidad Nacional (UN), de Samuel Doria Medina. De no hacerlo, declaró que al cumplirse su gestión ya no se postularía.
El gran problema que tienen es que su grado de influencia es local, en el caso de Revilla no trasciende más allá de los límites del municipio paceño y en el de Costas del departamento de Santa Cruz.
Ambos enarbolan la bandera del referendo constitucional de 2016, en el cual se rechazó la reforma del artículo 168 de la Constitución, y si son coherentes con ese discurso no tendrían que habilitarse para las subnacionales de 2020.
El fallo dictado por el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) el 28 de noviembre de 2017, restituyó los derechos políticos de autoridades nacionales y subnacionales, y habilitó a quienes cumplieron dos gestiones continuas de mandato.
“En Santa Cruz se especula que Costas estaría interesado en terciar en las elecciones subnacionales para la Alcaldía de Santa Cruz, están en su derecho de definir en qué espacio participar y será la población la que decida en qué lugar van a ser respaldados por la población”, apuntó la politóloga Helena Argirakis.
Mientras que el analista político Hugo Siles Núñez del Prado refiere que Costas es consciente de que no tiene proyección nacional como para lanzarse como candidato presidencial, por eso no cree que se inscriba para participar en las primarias, por lo que volvió a aliarse con UN.
“No tiene liderazgo nacional, sigue siendo un candidato que mayormente se ubica en lo regional, está arraigado en lo departamental”.
Mientras que Revilla, según Siles, está jugando a poder gravitar o tener mayor opción en 2025, porque sabe que “estos tiempos políticos en preferencia, en mayor respaldo están consignados hacia el liderazgo del presidente Evo Morales”.
Además, su agrupación ciudadana no ha podido salir del esquema de La Paz, está arraigada en el espectro departamental y no tiene ninguna posibilidad en 2019 para terciar a escala nacional.
Consolidar la base regional
El MAS-IPSP es el partido predominante en el ámbito nacional, en medio de un sistema de frenos y contrapesos que consolidan y configuran la democracia boliviana.
El equilibrio viene dado a través de las regiones y departamentos, mediante los gobiernos locales, advierte Argirakis.
Entendiendo eso, tanto Revilla como Costas reconocen perfectamente sus límites. En el caso de Revilla, sabe que su organización política tiene límite local de base territorial en el municipio paceño, y Costas es consciente de que es líder del departamento de Santa Cruz, con dificultades para generar mayoría en el nivel municipal.
“La apuesta política de Costas no es extrapolarse a nivel nacional, más bien consolidar su base de poder en el nivel local, es decir en el municipio de Santa Cruz de la Sierra, uno de los más grandes del país, por lo que difícilmente se aventurará a competir con el MAS-IPSP y con el presidente Evo Morales”, resaltó.
Para Argirakis esa es la primera razón, la segunda en el caso de Costas es que está afectado por lo mismo que le imputa al Jefe de Estado: la repostulación, ya que su carrera política se inició en el mismo año, ambos asumieron cargos públicos en 2006, y es un poco irónico que se articule en las plataformas del 21F.
Ese sería otro de los motivos, advierte la politóloga, por el que Costas no se lanzará como postulante; reconoce sus limitaciones, por lo que apostará más bien a consolidar su base territorial de poder, inclusive atreverse a irradiarlo; en el caso de Revilla, de lograr que trascienda el municipio; y en el de Costas, bajar al municipio, para ser alcalde.
Para Siles, varias de las autoridades subnacionales buscarán la reelección, pero otras necesariamente deben dar paso a nuevos actores de la política regional.

DATOS: 

Revilla, abogado, es alcalde de La Paz desde el 31 de mayo de 2010, fue reelecto por otro período de cinco años, el 29 de marzo de 2015.
Militó en el Movimiento Bolivia Libre (MBL) y el Movimiento Sin Miedo (MSM), de Juan del Granado, y al perder el MSM su personería jurídica, fundó la agrupación ciudadana SOL.bo (Soberanía y Libertad para Bolivia).
Costas fue el primer prefecto (ahora gobernador) de Santa Cruz electo por voto popular en 2005, para la gestión 2006-2010. En 2010 fue reelecto. Fundó el Movimiento Demócrata Social (MDS), partido político de centro derecha.