Medio: La Patria
Fecha de la publicación: sábado 24 de noviembre de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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PAÍS RELIGIOSO
Sin llegar a extremos fanáticos de la religión islámica, muchos países profesan el cristianismo en niveles poblacionales enormes. Así podemos afirmar que Bolivia es católica en un 70 por ciento, cuando menos y, acaso un 25 por ciento lo constituyen los llamados protestantes, dejando un 5 por ciento para otras denominaciones y creencias menores (judíos, hindúes, islámicos, budistas, agnósticos, ateos, etc.).
Colegimos, por tanto, que juntos católicos y protestantes (al fin y al cabo, cristianos), llegan a constituir el 95 por ciento de la población boliviana. Y esto es muy evidente y palpable, si vemos el crecimiento de las iglesias protestantes (bautistas, pentecostales, metodistas, etc.) en cuanto a feligreses y en cuanto a medios de comunicación. Por otra parte, el catolicismo, ratifica su mayoría reflejándola en las grandes festividades religiosas (Urkupiña, Ch´utillos, Carnaval de Oruro, etc.) que aglutinan, entre espectadores y bailarines a muchos miles y miles de creyentes.
En las creencias religiosas necesariamente existen reglas conservadoras que atañen a la fe. Así, por ejemplo, los 10 mandamientos nunca podrían ser cambiados o anulados, pues son un dogma que le da esencia a la cristiandad. Por ende, cabe ser conservador al respecto y acaso radical en cuanto a su práctica y/o aplicación. Pero, además no han pasado de moda y pese a tantos siglos transcurridos, el "honrar padre y madre" y "no matar", por ejemplo, siguen muy vigentes en nuestro tiempo.
La pregunta lógica es pues: ¿quiénes critican a don Víctor Hugo?
¿POSICIÓN DELICTUOSA?
Don Víctor Hugo Cárdenas afirma que acompañó aquella marcha del colectivo ciudadano "no te metas con mi hijo" porque esta gente lucha por el valor de la familia, en la educación de los hijos contra el adoctrinamiento que estaría promoviendo el sistema educativo.
No debería verse nada de malo en esto si aquel 95 por ciento de cristianos bolivianos sólo están siendo coherentes en la aplicación de sus creencias religiosas con la vida cotidiana.
No resulta posible que la sociedad presente dos caras. Una referida a la fe religiosa en sus templos e iglesias y otra en el trabajo y en la calle. Esta dualidad resulta absurda en cualquier ciudadano y, también, por cierto, en cientos de periodistas que, con seguridad, sí son creyentes, pero que desean aparecer ante cámaras y micrófonos con un aire muy "modernista".
Ya el señor Cárdenas ha dicho que no es homofóbico, pero como ciudadano libre tenía el derecho de acercarse a aquel colectivo ciudadano. En concreto, dar señales de creencia religiosa, de ninguna manera puede ser un delito, por lo que resulta ridículo el mohín escandaloso que quieren mostrar algunas minorías.
POLÍTICA Y RELIGIÓN
Aparentemente ambas palabras suenan irreconciliables, como lo serian el agua y el aceite. ¿Pero será así? Ya un filósofo griego pregonaba que el hombre es un ser político. Muchos historiadores e investigadores han afirmado que Jesús era político, pues vino a cuestionar al mundo con una frase que resume toda su doctrina: "Amaos los unos a los otros". Frase que, en el fondo, está ligada a ideales políticos humanos como: igualdad, distribución de riqueza justa, paz, salud para todos, educación inclusiva, transparencia, seguridad, etc., etc.
La cristiandad, en su organización terrenal (iglesias, fundaciones, emprendimientos, proyectos, etc.) trata de lograr un mejor desarrollo y convivencia humanas, exactamente lo mismo que persiguen los partidos políticos. Por ende, pretender ignorar esto no tiene sentido y el cuestionar a un candidato (seguramente con creencia religiosa) por aceptar y compartir una inquietud de la enorme mayoría cristiana, tampoco tiene sentido.