Medio: El Día
Fecha de la publicación: lunes 11 de diciembre de 2017
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Si bien es cierto, con la reelección indefinida una persona puede repostularse de manera consecutiva cuantas veces quiera, dado que el soberano vía voto popular define si es reelecto o no, en la praxis política y la historia sociopolítica no necesariamente supone una convivencia democrática.
El politólogo, Carlos Cordero, señala que la pretensión de la perpetuidad en el poder de una persona necesariamente está asociada a peligrosa y “diabólica” (como definen otros tratadistas)presencia del autoritarismo, el fraude electoral y la prepotencia. "El perpetuarse en el poder les permite ser impunes, dado que implica ejercer sin ningún tipo de restricciones y además de ello se encuentran en la imposibilidad de ser fiscalizados. Ese es el peligro para la democracia donde quien detenta el poder lo es casi impunemente", apuntó.
Un ámbito complejo. Rafael Puente, ex viceministro de gobierno del primer periodo del gobierno de Evo Morales y político, señala que la reelección indefinida en si misma no es antidemocrática, dado que no se le quita a la población el derecho de decidir quién va a ser su gobernante; lo grave y antidemocrático es la “violación flagrante” perpetrada a la Constitución, lo cual deja en seria inseguridad jurídica el proceso democrático.
"El tema de fondo es que se está violando principios esenciales como es el respeto a la constitución y que solo puede ser modificado por un referéndum o consulta popular y este le dijo que no el pasado 21 de febrero", apuntó Puente.
En ese ámbito, otros analistas coinciden que ese aspecto, en este momento, además de ser relevante es muy peligroso para el régimen democrático vigente, más aún cuando la voluntad popular es expresada en un referéndum constitucional. "Los márgenes que tenemos son cada vez más reducidos. Con la decisión del TCP, todos los órganos del Estado están cooptados, en desmedro de que la alternancia ha dejado de ser un elemento constitutivo de la democracia", señala Rolando Villena, exdefensor del Pueblo.
Para Jorge Lazarte, politólogo y vocal de la extinta Corte Nacional Electoral (CNE), en democracia y en todas las constituciones anteriores se han establecido limitaciones temporales al poder con sistemas de mandatos definidos por un periodo, o deben dejar pasar un tiempo para volver a postularse al poder. Este hecho, un ejercicio democrático en todo sentido, emancipando como premisa la alternancia, hoy está siendo vulnerado por un atropello al principio constitucional. "Esa limitación al poder es el que ya no está más, lo cual abre el camino a una situación de cuanto más tiempo estén en el poder menos quieran irse. Para ello empiezan a valerse de medios que no son democráticos y pensar que todo está permitido", argumentó.
El experto añade que el reciente accionar del TCP es un mensaje pésimo para la población, al quedar en claro que las leyes y los principios constitucionales no tienen relevancia lo que deriva en actitudes despóticas del Gobierno. "El Gobierno actual es parte de una tradición latinoamericana del manejo despótico del poder. En ese contexto, el voto popular es fuente de legitimación del poder, tanto que un gobierno puede decir es que tiene apoyo de una comunidad, en fin", señaló.
Una tendencia creciente. Las tentaciones hacia perpetuidad del poder, en las últimas décadas fue una práctica persistente de gobiernos sobre todo populistas de la región latinoamericana. Cada vez son más frecuentes que los presidentes de Latinoamérica, sobre todo en aquellos caracterizados como progresistas o de izquierda o los populistas conservadores que deciden enmendar la Constitución para optar a otro mandato.
La reelección indefinida ha sido establecido con Daniel Ortega en Nicaragua y Hugo Chávez en Venezuela, pero otros gobernantes conservadores desde Alberto Fujimori en el Perú, pasando por Carlos Menem en Argentina y las intenciones de Horacio Cartes en Paraguay, forman parte de una seguidilla de gobernantes que buscaron y en algunos concretaron prolongar su perpetuidad en el poder viabilizando una enmienda constitucional para ser reelegidos. El reciente caso de Evo Morales, se gesta desde la implementación de la nueva Constitución Política del Estado aprobado el 2009. Según los expertos, el comportamiento es el mismo, mientras más tiempo se mantiene un mandatario en el poder, baja su popularidad, pero aumenta su capacidad de control de las instituciones del Estado y la ambición desenfrenada también, lo que impide que sea derrotado en justas electorales.
"El ejercicio del poder debe ser limitado, porque de alguna manera la perpetuidad produce un alejamiento de la realidad cotidiana y de la gente. El poder aísla, ensoberbece y te hace que te rodees de 'llunk'us' (aduladores) que solo buscan aprovecharse del poder. En el caso de este gobierno ha llegado a extremos", define Puente, al reiterar que todo ello se hace violando la propia Constitución. "Eso es insoportable y difícil de creer", finaliza.
Movilización social para evitar la perpetuidad
Activistas. Diferentes colectivos ciudadanos y plataformas aún en actos de movilización y protestas no hallan “sentido” a una forzada reelección de Evo Morales vulnerando lo establecido en la Constitución y lo peor, desconociendo abiertamente el voto ciudadano del 21 de febrero.
Consecuencias. El voto nulo, según los expertos, fue una de las consecuencias plebiscitarias en el que la población expresó su rechazo rotundo a las pretensiones del MAS. Algunas plataformas políticas expresan su desconfianza, incluso de que las reglas estén claras como para que el 2019 haya un proceso electoral transparente.
En cambio, otros califican que con la acción del TCP se instauró una suerte de incertidumbre jurídica al 2019, dado que el Gobierno premeditadamente no solo alteró el orden constitucional, sino que deja en entredicho las garantías básicas para que se respete el voto popular en caso que la población votara en contra de Evo Morales y con ella poniendo en duda su permanencia en el poder.
Rasgos de la reelección
Fenómeno. A diferencia de otros países de la región donde históricamente se dieron casos de reelección como en Nicaragua y Venezuela, la tendencia reeleccionista en nuestro país se ha acentuado con mayor énfasis en el gobierno de Evo Morales y el reciente fallo del TCP que busca prolongar la permanencia en el poder a dos décadas en el poder de un presidente.
Historia. Bolivia a lo largo de sus 192 años de historia tuvo como característica principal la alternancia del poder, con citadas excepciones que solo alcanzan a cuatro presidentes. Sucedió con el mariscal Andrés de Santa Cruz en sus reelecciones continuas de 1831 y 1835; Mariano Melgarejo en 1868 y 1870; Víctor Paz Estenssoro en 1960 y 1964; y Evo Morales el 2006, 2009 y 2014.
Inédito. El caso de Morales, a partir del 2014, rompe todos los parámetros establecidos, e incluso los cálculos políticos, dado que al año siguiente de su asunción a su tercer mandato propuso la consulta popular del referéndum del 21 de febrero del 2016, cuando se propuso al soberano reformar el artículo 168 de la CPE para forzar a una otra reelección. La voluntad popular le dijo “no” de manera rotunda.
Pero al cabo de unos meses, en diciembre 2016, las bases del MAS resuelven que Evo Morales irá a otra reelección el 2019, anunciando, entre ellas cuatro salidas supuestamente constitucionales.
Un año después, el 18 de septiembre, asambleístas del MAS, invocan una supuesta incompatibilidad entre el artículo 168 de la constitución con el artículo 23 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos en lo relativo a los derechos a elegir y ser elegido. Presentan la inaplicabilidad de cuatro artículos de la CPE y logran el martes 28 de noviembre el pronunciamiento del TCP a favor de una cuarta reelección de Morales.
Punto de vista
'El MAS es un tipo de partido movimientista'
Róger Cortez
Analista Político
La decisión del espúreo TCP, desequilibra profundamente el régimen constitucional a partir de la anulación de los artículos impugnados por el MAS (Movimiento Al Socialismo).
A partir de ese extremo, donde la piedra fundamental de la Constitución ha sido vulnerado, se abre un abanico de recursos y posibilidades que pueden generar un verdadero caos y una inestabilidad frente al sistema legal endeble.
Es una consecuencia de incalculables proporciones. En el hecho de la reelección indefinida, sus dos principales consecuencias funestas son que tiende a consolidar el régimen unipersonal y caudillista que atrapa a todas las organizaciones de representación política no solo partidistas, sino de toda naturaleza, incluyendo las organizaciones sindicales, sociales, entre otros.
Esto está sustentado por hábitos y prácticas sociales caudillistas que avalan y sostienen este tipo de régimen organizativo y de aceptación social. Los efectos de este tipo de régimen es una consolidación y profundización de prácticas clientelares sobre la base de intercambio de bienes sobre las bases de su apoyo. Son prácticas profundamente corruptas que fortalecen el corporativismo en Bolivia.
Esta es una característica del Estado que está construyendo el MAS. No lo ha inventado, tiene orígenes de las raíces movimientistas. Porque más que populista, el MAS es un tipo de partido y estado movimientista. Yo creo que el populismo no ayuda en nada comprender la sociedad. Así lo ha sido el MNR, ADN, el MIR y actualmente el MAS. La reelección tiene a eternizar este tipo de equilibro democrático".
'La vocación democrática del pueblo no puede ser ignorado. Pero el Gobierno está en una posición obcecada totalmente hostil al estado de derecho. Eso es preocupante y deja en la inseguridad jurídica al principio democrático'.
Rolando Villena
Exdefensor del pueblo