Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: viernes 23 de noviembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Luego de contar que hace más de 12 años tenía miedo de trasladarse a la residencia presidencial porque estaba llena de policías y militares, el presidente Evo Morales dijo que ahora se acostumbró tanto a esa casa que ya no quiere irse.
“Creo que después de dos semanas (en el cargo) por fin he ido a la residencia presidencial, pero con miedo, la primera noche no podía ni dormir, ahora creo que me he acostumbrado mucho, creo que ya no quiero salir también, ese es el problema que tengo (sonrisa), todo a pedido del pueblo boliviano”, dijo cuando le entregaban el enésimo título doctor honoris causa.
Y bueno, debe ser fácil acostumbrarse a una mansión, ubicada en el estratégico barrio de San Jorge, con servidumbre incluida, de la que no hay que pagar ni la luz. Más fácil aún debe ser acostumbrarse a una casa que tiene, no el auto en la puerta, sino el helicóptero en el techo. Pensándolo bien, es comprensible que Evo se haya acostumbrado y que quiera quedarse a vivir allí por siempre, pero tendrá que ir desacostumbrándose porque, según la CPE, no puede volver a postular y, si de todas formas lo hace, podría perder la elección.