Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: jueves 22 de noviembre de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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La oposición demuestra cada día lo poco democrática que es. Contrariamente a lo que difunde como propaganda, un profundo sentimiento y práctica conservadora recorre por todos sus genes. Cualquier argumento o hecho político le sirve para querer deslegitimar las elecciones primarias del 27 de enero de 2019, cargar contra el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y arremeter contra el MAS-IPSP. Las maniobras y presiones no cesan. No hay que ser ingenuos, irán en aumento.
Primero fue que estaban de acuerdo con la promulgación de una nueva Ley de Organizaciones Políticas (LOP) —trabajada por el TSE, representantes de todos los partidos y expertos en temas electorales, en su mayoría contrarios al Proceso de Cambio—, pero al mismo tiempo demandaban que la aplicación del artículo referido a las elecciones primarias se postergara hasta 2024. Los opositores exigían la pronta implementación de la LOP, por ejemplo, en materia de financiamiento, pero se negaban, como hasta ahora, a dar un paso cualitativo en el ejercicio de la democracia interna por la vía de la elección con voto popular de los binomios. Un criterio de democracia bastante sui géneris.
Ahora, se aprovecha de algunas irregularidades en el registro de militantes —cuyas causas habrá que determinar con la mayor precisión— para cuestionar la realización de las elecciones primarias y levantar sospechas sobre la confiabilidad del Tribunal Supremo Electoral. Todo le sirve para no ir a las urnas y negar de esa manera a su militancia el derecho de elegir o no al binomio de la alianza o partido que lo representará en las elecciones generales de octubre de 2019. No cabe duda que el primer lugar donde se debe investigar los registros irregulares de militancia es en los partidos. Ellos son los que, a través de sus militantes o gente contratada para tal propósito, llenan los libros. En segundo lugar, habrá que pedir información al TSE sobre el procedimiento de vaciado en el sistema de cada uno de esos libros. Extraer conclusiones apresuradas puede conducir a grandes errores o sólo servir para tensionar el país.
Una revisión rápida de las noticias que se agendaron en los últimos meses, particularmente desde septiembre, cuando fue promulgada la LOP, permite evidenciar que la oposición no ve con buenos ojos las primarias y está dispuesta a todo por sabotearla. Su incapacidad de unirse y de privilegiar los intereses de todos por encima de los apetitos personales, quieren hoy disimularla o disminuir sus efectos buscando tres pies al gato.
Los objetivos de la oposición son muy claros: evitar las elecciones de enero y quitar de la competencia al binomio Evo Morales-Álvaro García Linera —habilitado legal y legítimamente por el fallo irrevisable y de cumplimiento obligatorio del Tribunal Constitucional Plurinacional del 28 de noviembre de 2017—. Para eso, se apoya en la noticia de los registros irregulares que se conocieron en los últimos días. De poco sirve que el TSE haya anunciado que los libros serán depurados hasta el 13 de diciembre y de haber puesto al servicio de la ciudadanía un sistema de verificación de militancia.
¡Basta de maniobras! No hay elecciones de octubre de 2019 sin elecciones primarias de enero de ese mismo año. La ley es muy clara.