Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: jueves 22 de noviembre de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Señor
Evo Morales Ayma
Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia
Señor Presidente:
Usted ha envejecido notablemente en Palacio de Gobierno. Se nota a leguas. No soy ningún personaje famoso ni mucho menos político. Apenas vivo enseñando literatura, pero soy feliz en eso. Y aunque no crea, no tengo nada en contra suya, pero estos años verlo en la TV discurseando horas y horas, me ha convencido que todo se desgasta y nada es para siempre.
Sin duda que sus asesores de todos estos años lo están empujando inevitablemente al despeñadero. A pesar de ser yo un campesino más o menos leído, me di cuenta de su visceral paso hacia el autoritarismo y la prepotencia; esa actitud lo está sepultando políticamente y haciendo polvo. Todos en este país –y en otros de la región– sabemos que los políticos mienten, mueven el dedo, prometen el paraíso a los pobres, y usted no ha sido la excepción.
Estoy convencido, con su ejemplo como gobernante, que los políticos no son honestos y mucho menos personas íntegras. Los únicos que no le hacen daño a nadie son los escritores, poetas y novelistas, porque siempre dicen que a uno le van a contar mentiras.
Hay un proverbio italiano que dice: cuando los caballos no están los burros trotan. Usted tiene todavía algunos, pero una gran mayoría ha caído en la cuenta de su trampa.
Señor Presidente, un provinciano chuquisaqueño y boliviano cualquiera que soy, lo reto a discutir en cualquier terreno el tema de la renovación y su importancia para no repetir los errores del pasado. Porque el estancamiento generacional mutila la creatividad de las nuevas generaciones.
Y si quiere póngase delante todos los asesores que quiera, incluido el Vice que ha leído dizque 5.000 libros. Yo el único libro que llevo bajo el brazo es ese que me ayuda a no engañar a nadie. Es más muchas, veces he sido engañado, sobre todo por algunas mujeres.
Sospecho que usted trae en su haber en 15 años de gobierno, muchas zonas oscuras, como los 100 muertos que se ha cargado encima su gestión. Uno sólo es suficiente peso para aplastar su consciencia.
Mire a sus contrincantes políticos, a los de siempre, ¿acaso no le sirven como espejo? Se parece mucho a ellos. Es ya un dinosaurio político. Aunque con unos años menos, pero indudablemente entró a formar parte de esa galería de políticos de este país acostumbrados a los privilegios que da el poder.
Señor Presidente, con todo el respeto que merece su cargo, en conclusión, habiendo sido elegido ya dos veces democráticamente, con su pretendida reelección le está dando la espalda al cambio. Muchos presidentes que han seguido ese camino, frenando la creatividad porque se creyeron imprescindibles, fueron derrocados por cojudos. Pues donde no hay renovación, siempre se termina repitiendo los errores del pasado.
Iván Jesús Castro Aruzamen es teólogo y filósofo.