Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: jueves 22 de noviembre de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Beatriz Layme / La Paz
Los presidentes del Senado, Milton Barón, y de Diputados, Gabriela Montaño, -ambos del MAS- culparon a los partidos por la ola de casos de registros falsos de militantes. Argumentaron que son las organizaciones políticas las que llenan y entregan al Tribunal Supremo Electoral (TSE) los libros de partidarios.
El lunes, el Órgano Electoral habilitó la aplicación “Yo participo”, para que los electores confirmen si pertenecen o no a una organización política. Para muchas personas grande fue la sorpresa cuando vieron que figuraban como militantes sin haberse registrado.
Barón aseguró que los registros falsos “son de entera responsabilidad de los partidos, porque ellos llenan los libros de militancia y los han presentado al TSE”.
Montaño también culpó a las organizaciones políticas. “Quienes son responsables son los partidos políticos, pues son ellos los que inscriben a las personas en los libros”, afirmó la legisladora en entrevista con Patria Nueva.
En criterio del jurista Carlos Börth, el TSE también debe asumir su responsabilidad, porque administra el padrón electoral y tiene la facilidad de cruzar datos con la información digital que le entregan los diferentes partidos . “El TSE ha debido hacer eso (cruzar datos) en el caso de SOL.bo y otras organizaciones que tramitaron su personalidad jurídica. ¿Por qué no hizo lo mismo en este caso, no hay forma de que el TSE eluda su responsabilidad”, manifestó.
Montaño y Barón aseguraron que el más perjudicado por los registros irregulares es el MAS, porque “es la primera fuerza del país y muchos (masistas) figuran como militantes de otros partidos”.
De ejemplo citaron a Gustavo Torrico, asambleísta departamental, quien figura como militante del FRI. También mencionaron a los ministros Héctor Hinojosa, quien aparece como integrante de Demócratas, y Wilma Alanoca, quien figura como partidaria del Movimiento por la Soberanía. El diputado Gualberto Rivas figura como si fuera de Fuerza y Esperanza, y Édgar Montaño, su colega, aparece como militante de PAN-BOL.
“Torrico tiene que molestarse con el FRI, que lo inscribió de manera fraguada. Édgar Montaño debe molestarse con PAN-BOL. Si queremos una democracia debemos transparentar”, manifestó la presidenta de Diputados.
En el padrón de militantes hay al menos un legislador y periodistas que figuran como partidarios del MAS en contra de su voluntad. El diputado opositor Rafael Quispe, quien figura como masista, indicó que aprovechará la situación para impugnar la candidatura de Evo Morales. Rolando Garabito, dirigente del MAS en Potosí, sospecha que Quispe se inscribió como militante del partido oficialista con el fin de perjudicar esa candidatura.
Punto de vista
Carlos Börth Constitucionalista
Partidos y el TSE, los responsables
Hay dos responsables del tema: los autores materiales, que son las organizaciones políticas que hacen figurar como inscritos a ciudadanos que nunca se aproximaron ni solicitaron militar en esa organización.
Los delitos cometidos ahí son inscripción fraudulenta de militantes, falsificación de registros, falsedad material y falsedad intelectual.
En los libros no sólo figuran los nombres, la cédula, también está la firma y la huella digital. Entonces hay dolo, la intención de engañar. Aquí no se trata de un error, es acción deliberada de las personas que tenían a su cargo los libros y de los dirigentes de las organizaciones políticas.
No son los únicos responsables del hecho. También está el TSE, que tiene a su cargo la depuración de las listas, así como han revisado listas para rechazar a SOL.bo y para habilitar a otros frentes. Me dirán que una cosa es el trámite de personalidad jurídica y otra la actualización de la listas de militantes. Esto no es verdad.
La base de datos es la misma en la que ingresan los nuevos y antiguos militantes. Entonces el TSE tiene responsabilidad administrativa al menos, quizá responsabilidad ejecutiva, y si se demostrase que los falsificadores recibieron listas del propio Órgano Electoral, a través del Serecí, los delitos serían aún peores en el ente electoral.